La cena
Herman Koch
Dos
parejas se sientan en su mesa preferida en el màs exclusivo y caro
restaurante de Amsterdam. Los dos hombres, Serge y Paul, son hermanos.
Sus hermosas esposas son elegantes y, también, inteligentes.
Supuestamente Serge ha convocado la cena para un asunto importante
relacionado con sus hijos, aunque antes conviene distender el ambiente
hablando de cine, de las vacaciones, de mil futilidades que no enconen
la eterna competencia entre los hermanos fuente de todas las tensiones y
trifulcas. Anotemos, de entrada que todos se "consideran familias
felices"
Ya es hora de ponerle un poco de color a los personajes para que dejen de ser de papel.
Serge
es el líder de la oposición parlamentaria holandesa y próximo Primer
Ministro según todos los sondeos. Casado con Babette, una mujer muy
hermosa que siempre le ha apoyado en todas sus decisiones... hasta
ahora. Serge bracea entre la multitud con soltura, siempre sonriendo,
siempre a la caza de votos pero todo bajo una capa de "hombre común"
Paul
es el narrador de la historia y el menor de los dos. Padece una
enfermedad mental que no se confiesa en el texto (¿quizás esquizofrenia o
bipolardad?) que le obligó a dejar el trabajo de profesor de historia
en un Instituto. Cuando no se medica, sufre ataques de ira y violencia
que unas veces expresa mentalmente en fantasías de destrucción de todo
lo que le molesta y, algunas veces, lo hace físicamente. Adora a Claire,
su esposa, con la que mantiene una comunicación no verbal permanente y
una total compenetración. Paul admite que Claire es mucho más
inteligente que él. Algo que no es habitual en los hombres. En encono y
la rabia que siente hacia su hermano mayor parece que viene de lejos.
Detecta todas las máscaras de "hombre corriente" que Serge se va
poniendo y esa cena, en la que ahora está sentado, no la deseaba en
absoluto.
Hablemos ahora de los otros protagonistas
físicamente ausentes de la cena pero constantemente presentes en la
preocupación de sus progenitores.
Serge y Babette
tienen a Rick (15 años) y Valerie (13) algo autista y con la serena
belleza de una sirena. Luego está Beau, un chico negro de Burkina Faso,
de una edad indefinida entre los 15 y 17, que fue adoptado porque los
padres son "normales", "políticamente correctos" y querían tener otro
hijo a pesar de que no era necesitarlo. ¡Qué generosos y
multiculturales!
Por su parte, Paul y Claire tienen a
Michel de la misma edad que Rick. Un chico "normal", apegado a su madre y
con muchos amigos y seguidores en el Instituto. Se habían planteado
tener más hijos pero fue la época en que a Paul se le descubrió la
enfermedad que no se cita. Decidieron entonces conservar lo que tenían.
Herman
Kock dedica muchos esfuerzos literarios en la primera parte de la
novela en la que se cuenta los prolegómenos de la cena y las
conversaciones triviales de los cuatro, volviendo al pasado, en
ocasiones para remachar algún punto de la personalidad de alguno de los
comensales. Los presenta de una forma exhaustiva, con sus
contradicciones, sus manías, sus pulsiones irresistibles (¡"Tengo hambre
y debo comer, ahora!"). Pero no sólo a ellos. Nos dibuja con un
realismo propio de Gina Heyer o de Alyssa Monks a todos los personajes
secundarios: el traje a rayas del maître que señala el contenido de los
platos con su dedo meñique o la falsa cordialidad del director del
instituto de Paul. Las escenas del pasado que se intercalan en la
narración de la cena para perfilar algún detalle del carácter de los
protagonistas, son igualmente detalladas y precisas.
Si
han tenido la paciencia de leer todo lo anterior, quizás hayan pensado
"¿No se está demorando mucho la explicación del motivo de la cena?.
Herman Kock no comete este error de ritmo narrativo. En escenas del
pasado ya sabemos qué es lo que han hecho los tres hijos de los
comensales y como lectores sentimos la tensión enorme de estos padres
que torean y torean sin entrar a matar porque lo que tienen que decidir
es sencillamente terrible.
Tan terrible cómo que deben
plantearse que sus hijos no son lo que creían, sino que son monstruos.
Claro que si aceptan esta terrible verdad deberán pasar a la segunda
derivada: "¿Cómo es posible que mi hijo de 15 años se haya convertido en
un asesino despiadado que mata a un ser humano indefenso, se ríe de lo
que ha hecho y, además, lo cuelga en las redes sociales?.
Los cuatro padres y los tres hijos están realmente entre la espada y la pared.
¿Qué van a hacer?. Qué van a decidir al término de la suntuosa cena?.
El último capítulo es sobrecogedor. No puedo decir más sin chafar su lectura.
Unos
detalles finales. Herman Kock es un guionista, cineasta y escritor
holandés que, con esta novela, se colocó en la lista de libros más
vendidos (340.000 ejemplares) y obtuvo el P remio del Público en 2009.
La
anécdota central del libro la sacó de un hecho real. Un grupo de
adolescentes quemaron a una indigente en la cabina de un cajero
automático en Barcelona en 2005 y subieron su "hazaña" a la red.
Les puedo asegurar que este libro, si lo leen no les va a dejar indiferentes.
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