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jueves, 31 de julio de 2014

Siempre tuyo. Daniel Glattauer- (73)



Siempre tuyo

Daniel Glattauer
Alfaguara

Aunque la novela romántica no sea mi género preferido, me encantaron las dos novelas anteriores de este autor “Contra el viento del norte y Cada siete olas”  en las que narraba una relación amorosa vehiculada únicamente a través de e-mails.

Tras la dureza y el nihilismo de “Años Luz” de James Salter, que he reseñado esta misma semana, necesitaba algo “light”, veraniego, intrascendente, como si, tras ver una película de Ingmar Bergman uno necesitara ver una del Oeste. Así que me decanté por este título recordando el buen sabor de boca que me habían dejado los anteriores.

“Siempre tuyo” empieza mal. Para mí, que odio las novelas tipo “Cincuenta sombras de Grey”, una novela que empieza tan almibarada no es un buen comienzo. Pero como no tenía mejor cosa que leer en aquel momento, seguí adelante.

Déjenme decirles que esta novela nada tiene que ver con las anteriores. Tampoco es en realidad una novela romántica, sino un relato de suspense psicológico muy bien tramado. El almíbar del inicio se transforma en acíbar a los pocos capítulos y la tensión dramática sube como el hervor del agua.

Si quieren una lectura muy entretenida y aditiva de éstas que uno lee en la piscina o en la playa, “Siempre tuyo” no es una mala elección.

miércoles, 30 de julio de 2014

Años Luz. James Salter. (72)



Años Luz

James Salter
Salamandra

Sinopsis
Años luz es un brillante retrato del matrimonio de la mano de un maestro americano contemporáneo. Con una prosa diáfana, luminosa y leve, de triste resonancia, Salter narra la historia de Nedra y de Viri, cuya vida transcurre entre los juegos con sus hijas, las reuniones con amigos y la placidez de la vida en el campo. Detrás de esta apariencia idílica e intocable, el autor observa y delata las finas líneas de la superficie resquebrajada de la pareja, grietas que se extienden y finalmente desfiguran el paisaje sin posibilidad de reparación.



Un libro extraño
Me gusta mucho cómo escribe John Salter. Es uno de los mitos vivos de la literatura norteamericana. Es un hombre culto, observador, viajero que conoce bien España y su literatura (es un gran admirador de Cervantes y de Valle Inclán). Me encantó su última novela. “Todo lo que hay” que he reseñado hace un par de semanas.

Pero ésta es una novela extraña que me ha costado mucho digerir porque, tras esa prosa poética límpida y casi cinematográfica están consideraciones vitales de gran trascendencia e importancia como son el matrimonio, la familia, las relaciones con los hijos y el adulterio.

Es una novela sin núcleo. La pareja de Nedra y Viri y sus dos hijas viven en un ambiente bucólico y brillante y todo transcurre sin aparentes tensiones, sin conflictos, entre cenas con amigos intelectuales, buenos vinos y charlas cultas.

Sin embargo, es un matrimonio muerto pero estaban muy unidos.
 Con su marido ella era comprensiva, incluso cariñosa, aunque dormían como si se tratase de un arreglo entre ellos; ni siquiera se tocaban con los pies. Era un arreglo, era un matrimonio..

Viri tiene una amante joven que le deja tirado y Nedra va cambiando de amante sucesivamente siempre dentro de una misma pecera de artistas, intelectuales y actores consagrados.

El punto débil de la cadena es Viri y Nedra más que ser feliz busca la libertad. Cuando se divorcian, siguen viviendo juntos hasta la noche siguiente a que un juez les leyera la sentencia.

¿Conclusión?. No la hay.

Martínez Ros escribió con muchísimo acierto:

“Pero, ¿qué es lo que quiere contarnos Salter? ¿Por qué da la impresión de que esta novela no tiene un centro, y todo es fugaz e inestable? Sin embargo, no tardamos en comprender que eso es lo que Salter pretende: el tema de la novela es, precisamente, lo que la vida –con toda su belleza y su vulgaridad, su dolor y y el curso inmisericorde del tiempo hace con dos seres humanos, privilegiados en algunos aspectos y comunes y lamentables en otros. Y para Salter no existe un centro, un significado esencial: la vida humana, y esa es su tragedia, no tiene sentido. Alguien ha comparado esta novela con El árbol de la vida, la gran película de Terence Malick. Para que la metáfora sea más exacta, diría que, en efecto, se asemeja a El árbol de la vida, si hubiera sido filmada por un director no sólo ateo, sino totalmente nihilista.

Ah, y por cierto: la definición “obra maestra” se usa muy a menudo a la ligera. En este caso se puede emplear con toda tranquilidad: Años Luz es una impresionante obra maestra.”






miércoles, 23 de julio de 2014

El Día de mañana. Ignacio Martínez de Pisón (71)



El día de mañana

Ignacio Martínez de Pisón
Seix Barral

 
Justo Gil es un emigrante recién instalado en Barcelona, un joven avispado y ambicioso que, llevado por los vaivenes del destino, acaba convirtiéndose en confidente de la Brigada Social, la policía política del régimen. Una docena de memorables personajes nos cuentan cómo conocieron a Justo en algún momento de sus vidas y cómo fue su relación con él. Sus testimonios conforman una visión caleidoscópica de la cambiante realidad de los años sesenta y setenta, al tiempo que reconstruyen la historia de la degradación personal de un individuo cuya evolución y comportamiento ayudan a entender importantes parcelas de ese capítulo fundamental de nuestra historia reciente que fue la Transición.



Así lo he visto
Supongo que hay un montón de razones por las que te atrapa o te gusta un libro y podremos estar o no de acuerdo con muchas de ellas, pero hay una en la que probablemente todos podremos coincidir: nos gusta que en la narración aparezcan lugares que conocemos y que forman parte de nuestros recuerdos. De la misma manera, nos atraen historias que hablan de sucesos históricos que hemos vivido personalmente. Al fin y a la postre, una novela es un viaje que el autor nos propone y lo recorremos con gusto si la historia, en alguna forma, coincide con nuestra propia y personal historia.

“El día de mañana” se desarrolla en Barcelona entre la década de los cincuenta y el inicio de la Transición. Un período de unos veinticinco años y unos lugares en los que me tocó vivir. Nada, pues, de lo que aquí se cuenta me es ajeno, sino por el contrario, es muy próximo. No es lo mismo imaginarte la vida en un pueblo perdido en el Medio Oeste Americano que recorrer las calles de una ciudad en la que has vivido, padecido, luchado y amado. Por eso me ha atrapado esta novela.

Lo del título supongo que tiene relación con algo que todos hemos pensado los que hemos vivido los últimos años del franquismo. Mientras Franco estaba en plena forma, por decirlo de alguna forma, todos sabíamos cuales eran las reglas para sobrevivir. Tanto los que estaban a favor del Régimen, como los que estaban en contra. Pero cuando se acercaba el final intuíamos que había que ir con más cuidado porque “el día de mañana”, ese día sin fecha, las cosas serían diferentes y el perseguido podría ser el cazador. Por lo menos los así debían pensar seguro los de la Brigada Político Social de la Avenida Layetana. Los que tenían en los calabozos, el día de mañana podían ser Ministros o Directores Generales. Todo este ambiente y este miedo a lo que sucedería cuando “se cumplieran las previsiones sucesorias” (¡menudo lenguaje empleábamos!) está perfectamente plasmado en este libro. Un párrafo me pareció bastante explícito de lo que pasaba:

El resto de la gente estaba a verlas venir: pobres o ricos, viejos o jóvenes, catalanes o no... Si al cabo de un tiempo convenía seguir siendo franquistas, lo seguirían siendo y, si había que hacerse demócratas, pues se harían demócratas, y punto. Luego, tras la muerte de Franco, parecía que todo el mundo era demócrata de toda la vida. Salían demócratas de debajo de las piedras... ¿De verdad crees que, si hubiera habido tanto demócrata y tanto antifranquista, el régimen habría acabado como acabó, con Franco muriendo de viejo y en la cama? “


Martínez de Pisón ha usado una arquitectura peculiar para construir esta novela. Lo que le ocurre a Justo Gil, el protagonista de la historia, es explicado por más de una docena de personajes que, en algún momento lo conocieron o lo sufrieron ya que estamos hablando del “Rata”, un confidente de un policía de la Brigada Político Social que se encargaba de la represión de todos los disidentes al Régimen. Con esta técnica no sólo conocemos a Justo, sino que también conocemos las historias de todos estos personajes secundarios (unos más secundarios que otros) con lo que nos hacemos una idea más completa del conjunto del cuadro.

Justo Gil no es sólo un chivato. Uno de los personajes lo describe así: “Era un hombre complejo, profundo, con algo de iluminado y de santón”. ¿Era una mala persona?. Indudablemente sus actos son los de un aprovechado, un estafador, un trepa, un traidor. Pero también son los de un superviviente, un incauto capaz de creer que unas sanadoras podrían devolverle la salud a su madre que había sufrido un ictus que la dejó en un estado vegetativo o un iluso que pensaba que podría redimirse profundizando más en su propia degradación moral. 

Martínez de Pisón ha creado un personaje complejo, poliédrico y con una moral al margen de la moral corriente de los seres humanos. Un personaje de los que uno no se olvida.



sábado, 19 de julio de 2014

Telex desde Cuba. Rachel Kushner (70)



Telex desde Cuba

Rachel Kushner
Libros del Asteroide

Sinopsis
En los años cincuenta la economía cubana está dominada por Estados Unidos, que ejerce un férreo control de la producción de azúcar y níquel. En la provincia de Oriente, donde están establecidas algunas de las grandes compañías norteamericanas, la clase dominante, formada por directivos estadounidenses y sus familias, lleva un estilo de vida casi colonial.
Everly Lederer y K. C. Stites son dos niños que se han criado en ese pequeño paraíso de olor dulzón y clima amable, rodeados de criados y de una naturaleza exuberante, y desde el que apenas atisban la situación real de la isla.
Mientras, en las montañas, un grupo de “barbudos” encabezado por Fidel Castro, comienza a organizarse y a poner en marcha una revolución que acabará con la caída del dictador Batista y la expulsión de los norteamericanos de Cuba.
Y en La Habana, La Mazière, un oscuro traficante de armamento francés coquetea con una bailarina de cabaré que le facilitará el acceso a los cubanos más poderosos.
A través de estos personajes y sus historias entrecruzadas, Télex desde Cuba nos ofrece una visión inédita de un periodo crucial de la historia contemporánea que certificó el fin de una época.

Así lo he leído

Esta es la primera novela de Raquel Kushner, una periodista de Oregón que estudió en la Universidad de Columbia (NY) y tiene 46 años.
Cuando he terminado de leerla me he preguntado cómo era posible que una periodista de Oregón conociera tantísimos detalles de la vida de las diferentes capas sociales de la Cuba prerrevolucionaria. Porque estamos ante una narración muy documentada con muchísimos detalles e historias que sorprenden al lector que llega a pensar que el que ha escrito el libro ha tenido que vivir en esta isla en este momento histórico concreto.
Evidentemente Raquel Kushner por su edad no pudo tener estas experiencias que relata la novela. Ella no, pero sí su madre, hija de un directivo de la United Fruit Co., la empresa estadounidense que era propietaria de casi toda la Provincia de Oriente y que es una de las principales protagonistas de la novela.
Cuesta un poco entrar en la narración porque la autora la construye como si se tratara de una colcha de patchwork. Ya saben, esas colchas hechas de retales más o menos coloridos. Despliega una gran cantidad de personajes: adolescentes hijos de los directivos de la United Fruit Co., sus familias, los criados, los “barbudos” que acaban derrocando al dictador Batista, bailarinas, comerciantes de armas, la población cubana y las relaciones entre cada uno de ellos, formando un entramado, como un “collage” que uno no termina de ver en su conjunto hasta que se desarrolla el nudo de la narración.

La autora se mantiene algo al margen de todos los conflictos que surgen y refleja muy bien la perplegidad de los norteamericanos ante el momento histórico que están viviendo y que no terminan de entender.

Lo que más me ha gustado ha sido la ingenuidad de la mayoría de los personajes. No sólo los adolescentes, que se les supone esta ingenuidad, sino de personajes tan dispares como la mayoría de los rebeldes de las montañas, la esposa insatisfecha de un directivo que se enamora de un turbio contratista cubano, o el propio dictador Batista que tiene el máximo disfrute en escuchar las grabaciones de las conversaciones de los que le rodean sin percatarse de que está a punto de ser derrocado.

La autora combina muy bien los sentimientos y las expresiones anímicas de los múltiples y variados personajes con los acontecimientos históricos que condujeron al fin de la dictadura (y el dominio yanqui de la isla) muchos de los cuales desconocía por completo.
El conjunto es una novela refrescante, interesante y hasta sorprendente.
Me ha encantado. Pero no soy imparcial: adoro Cuba

lunes, 14 de julio de 2014

Con este calor... ¡Un muñeco de nieve! (69)


El muñeco de nieve

Jo Nesbo
RBA

Sinopsis


Pronto caerán las primeras nieves. Y entonces él reaparecerá. Y cuando la nieve se haya fundido, se habrá llevado a alguien más. Un chico se despierta y descubre que su madre ha desaparecido. La busca por toda casa; no hay ni rastro de ella. Pero al mirar hacia el jardín, ve que su bufanda favorita cuelga del cuello de un muñeco de nieve. Y cuando Harry Hole y su equipo empiezan a investigar, descubren que un número alarmantemente alto de esposas y madres han ido desapareciendo en los últimos años. Todo parece indicar que este no es un caso aislado. Poco después desaparece una segunda mujer y las peores sospechas de Harry parecen confirmarse: se enfrenta a un asesino en serie que opera en su ciudad.

Sólo para amantes de la serie negra.

El muñeco de nieve, de Jo Nesbo, autor de otras novelas de narrativa policíaca como Headhunters o La estrella del diablo, narra un nuevo caso del comisario Harry Hole. Jo Nesbo es bestseller internacional con más de 18 millones de libros vendidos. Su carrera literaria comenzó en 1997 con el lanzamiento de su primera novela, The Bat Man, con la que inauguró la serie literaria protagonizada por Harry Hole. Su obra, traducida a cuarenta idiomas y aclamada por la crítica de medio mundo, le ha hecho merecedor de una multitud de galardones y reconocimientos, entre los que destacan el de Mejor Novela Criminal Noruega Jamás Escrita por Petirrojo, varios premios a la mejor novela del año y la nominación al Edgar Award de 2010 por Némesis.

Todos estos libros ya han sido comentados en este blog y todos me han enganchado desde el primer momento.

Las novelas negras suelen tener problemas en su arquitectura. Se empieza por un asesinato más o menos horrible y sangriento y, a partir de ahí el protagonista y su equipo empiezan con la larga serie de entrevistas con testigos, familiares de la víctima, amigos, enemigos, etc. La mayoría de estas entrevistas no llevan a ninguna parte y la frustración cunde entre los investigadores. Esta parte de las novelas negras suele ser bastante tostón. Pues bien, Jo Nesbo esquiva esta parte en gran medida y nunca se nos hace pesada la narración.

Segunda nota sobre la novela negra. La novela negra es un juego intelectual entre el autor y el lector. El primero plantea una situación bastante complicada, pero interesante y atractiva y el lector tiene que adivinar quién es el asesino. Por supuesto, el autor siempre juega a amagar el golpe y nos confunde una y otra vez. Porque sin sorpresas no hay una buena novela.
Jo Nesbo nos propone otra cosa: que el lector proponga quién es el asesino y en el desenlace sabrá si ha acertado o no.

“El muñeco de nieve” es una novela típica de Jo Nesbo. Por consiguiente es una novela entretenida y adictiva.

Debo confesar que, a partir de la primera parte me predije quién era el asesino... y fallé.

Quizás Vds. si la leen tendrán más suerte.