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miércoles, 22 de enero de 2014

Entrada 40. Nuevo Año

Bloody Miami

Tom Wolfe
Anagrama


Contraportada
Wolfe, ese sardónico maestro de la sátira, destripa, descuartiza viva a una ciudad como ya lo hizo con Nueva York en La hoguera de las vanidades. Una fábula iracunda, astuta, emocionante, sobre una ciudad chamuscada por el sol, dividida y volátil, donde "todos odian a todos".
Edward T. Topping IV, blanco, anglo y sajón, miembro de una pequeña dinastía es el cuarto de su familia que lleva este nombre y que ha estudiado en Yale, va con Mack, su mujer también Yale a cenar a un restaurante. Y mientras se desocupa una plaza para aparcar su pequeño y ecológico coche como toca a personas progresistas y cultivadas como ellos, un esplendoroso Ferrari, conducido por una latina no menos esplendorosa y cargada de oro y oropeles, les birla el lugar. Y luego la conductora se burla descaradamente de Mack. Quizá porque, como afirma Wolfe, Miami es la única ciudad de América, y quizá del mundo, donde una población venida de otro país, de otra cultura, con otra lengua, se ha hecho dueña del territorio en sólo una generación, y lo demuestra en las urnas, y en el posterior ejercicio del poder. Y por eso Ed Topping ha sido enviado a Miami a reconvertir el Miami Herald en un periódico digital, sin edición en papel, y lanzar El Nuevo Herald para las masas latinas 



Mi comentario

Tom Wolfe ha estado bastantes años sin publicar y ha tardado los últimos cinco en esta novela. A sus 82 años sigue con su viejo estilo corrosivo y políticamente incorrecto.

A lo largo de su trayectoria ha puesto bajo su afilado bisturí algunas ciudades dejando de ellas pobres despojos. Sus años no han debilitado esta trayectoria ahora centrada en la ciudad de Miami.

Se podrá estar o no de acuerdo con su posicionamiento político (particularmente no me satisface nada) pero nadie puede quejarse de que no da lo que se espera de él.

¿Cuál es el problema de Miami?.
Uno de los personajes de la novela, el imaginario alcalde de la ciudad, Dionisio, lo describe así:

Por lo que yo sé Miami es la única ciudad del mundo... de todo el planeta... donde más de la mitad de la población se compone de inmigrantes recientes... inmigrantes recientes, es decir, de los últimos cincuenta años... y eso es algo tremendo, si lo pensamos un poco. De modo que, ¿qué consecuencia tiene eso? Pues mira..., el otro día estaba hablando de esto con una mujer, una señora haitiana, y me dijo: «Dio, si realmente quieres entender Miami, primero has de darte cuenta de una cosa. En Miami, todo el mundo odia a todo el mundo.»

Y la novela refleja eso perfectamente.
En Miami están los “wasp” (blanco, anglosajón y protestante): los norteamericanos que suelen ser los que cortan el bacalao pero que poco a poco están quedando en minoría frente a la oleada de la inmigración.
Están por supuesto los cubanos que, generaciones antes, abandonaron la Cuba castrista y que ahora copan la administración de la ciudad (alcalde, concejales, gran parte de la policía, etc). Por supuesto mantienen su cultura, costumbres y lengua, aunque se va perdiendo en las nuevas generaciones que desean parecer más “anglos” que “hispanos”. Tienen su propio barrio Hialeah y son radicalmente anticastristas. Tienen, además, ciertos privilegios estatales, Por ejemplo, si un inmigrante huido de Cuba logra pisar suelo norteamericano, no se le deporta.
Pero, además de estos dos grupos están los afroamericanos que ya estaban en Miami antes de esta “invasión”, también con sus barrios y los problemas de los negros de aquella sociedad; los dominicanos, los haitianos, mejicanos, peruanos… etc.
Y también los rusos. Muchos de los millonarios oligarcas de la nueva hornada han ido a parar a Miami.

Con todo este cocido no son extrañas las TENSIONES. Porque lo que refleja perfectamente la novela es eso: la tensión entre comunidades, pero también las tensiones de los individuos dentro de sus respectivas comunidades. Los wasp, por supuesto, se sienten superiores racialmente y, entre ellos, lo más importante es mantener la PRESTANCIA, así como sus espacios y el control de los flujos económicos.
El resto de los grupos, lo digan o no, tratan de actuar de tal manera que PUEDAN PASAR POR… (no sólo por blancos, sino por miembros de otros grupos que no son el suyo, como integrantes de pandillas, etc.)
Tensión también en la relación y comunicación entre estratos superiores e inferiores. Estos últimos tienen que tratar de evitar enseñar “el pelo de la dehesa” cuando en la comunicación hay peligro de que aflore su ignorancia cultural o idiomática.
Todo el mundo, sea de la clase que sea, actúa de tal manera que NO PUEDA SER HUMILLADO. La humillación, la falta de respeto, el ataque al ego o a la imagen que cada uno se forma de sí mismo es lo peor que puede suceder.

Wolfe, con una serie de personajes “icónicos” (un policía cubano, su novia, el alcalde, el jefe afroamericano de la policía, un psiquiatra “trepa” , un periodista blanquito y un oligarca ruso) monta toda la trama que, puede considerarse caricaturesca por lo irreal y exagerada, pero que desmenuza todo un universo increíblemente complejo.

La crítica americana no ha sido muy benevolente con Tom Wolfe, pero a mí me ha interesado y por eso lo recomiendo-



 

El canto del cuco

Robert Galbraith
Espasa

Contraportada
Una joven modelo con problemas emocionales cae desde su balcón de Mayfair en plena noche. Su cuerpo yace en la calle nevada. Todo el mundo asume que ha sido un suicidio, excepto su hermano, que contrata los servicios del investigador privado Cormoran Strike para que se encargue del caso.
Veterano de guerra con secuelas físicas y psicológicas, la vida de Strike es un desastre. El encargo le da cierto respiro económico, pero cuanto más profundiza en el complejo mundo de la modelo, más oscuro parece todo y más se acerca Strike a un gran peligro.
Un elegante misterio impregnado de la atmósfera de Londres, desde las calles más selectas de Mayfair hasta los pubs ocultos del East End o el bullicio del Soho.


Comentario
La cosa fue más o menos así: se publicó una novela negra de un autor completamente desconocido, Robert Galbraith y se fueron vendiendo a goteo unos dos mil ejemplares. De pronto se filtró que este señor no existía, que la autora en realidad era la celebérrima J. K. Rowling, la creadora de Harry Potter y ésta era la segunda novela para adultos que publicaba tras "Una vacante imprevista". Y ¡oh sorpresa!, las ventas se multiplicaron con un 260% haciendo bueno el refrán de "hazte famoso y échate a dormir".
Personalmente "Una vacante imprevista" me gustó bastante pero no así este intento de inciación en el género de novela negra. Me pregunto si tendría algún comentario si la autora no fuera quién es.

El protagonista resulta simpático, así como su secretaria la inteligente señorita Robin (¿un guiño al ayudante de Batman?) pero los demás personajes son excesivamente esquemáticos y poco reales.
Lo peor me pareció el final con la solución al asesinato de la modelo. Si empleáramos términos taurinos, diría que aquí la Rowling pegó un buen "bajonazo", terminando por la vía directa. haciendo que Cormoran Strike de pronto conociera piezas del puzzle que no habían aparecido en el resto de la narración. Se incumple así un principio básico e la novela negra: que el protagonista no conozca datos distintos de los que conoce el lector.

Y lo peor es que ésto tiene toda la pinta de ser una serie con "Cormoran 2, 3, etc."




Canadá

Richard Ford
Anagrama

Contraportada
Dell Parsons tiene quince años cuando sucede algo que marcará para siempre su vida: sus padres roban un banco y son detenidos. Su mundo y el de su hermana gemela Berner se desmorona en ese momento. Con los padres en la cárcel, Berner decide huir de la casa familiar en Montana. A Dell, un amigo de la familia le ayudará a cruzar la frontera canadiense con la esperanza de que allí pueda reiniciar su vida en mejores condiciones.
En Canadá se hará cargo de él Arthur Remlinger, un americano enigmático cuya frialdad oculta un carácter sombrío y violento. Y en ese nuevo entorno, Dell reconducirá su vida y se enfrentará al mundo de los adultos. Una bellísima y profunda novela sobre la pérdida de la inocencia, sobre los lazos familiares y sobre el camino que uno recorre para alcanzar la madurez.



Comentario

Nunca he querido ocultar que Richard Ford me parece uno de los mejores escritores norteamericanos. En este blog ya he reseñado la trilogía de Frank Bascombe que tantos galardones literarios obtuvo.

“Canadá” es su última novela y fue lanzada en septiembre pasado. Aquí no nos hemos encontrado con un antihéroe sino con una historia de un adolescente de quince años, su familia y los acontecimientos que se desencadenan a raíz de un error paterno.
Ford no juega con los misterios para mantener el interés del lector. Desde el principio sabemos que el desastre familiar acontece como consecuencia del robo de un banco por parte de los padres. Tampoco va escondiendo los subsiguientes acontecimientos que son relatados por Dell Parson, el protagonista, cuando ya tiene 66 años. Parece un poco una tragedia griega en donde, desde el principio, se sabe cual es el destino de los protagonistas. Destino que sucederá de forma ineludible como ineludible es la gravedad.

Lo importante de la obra de Richard Ford no son los acontecimientos o lo que sucede, sino cómo los vive un chico bueno, dócil, inocente cuya única aspiración es encajar en la “normalidad” y que, de pronto, se encuentra huérfano de cualquier apoyo y en la soledad más absoluta. La forma en que Ford va dibujando a cada uno de los personajes, como si de un cuadro impresionista se tratara, es realmente genial.

El padre, Bev Parsons, simpático, afable, cercano, que está “encantado de conocerse” pero que actúa impulsivamente con una absoluta falta de previsión. No podía evitar ser como era y por ello los llevó a todos al desastre.
La madre, Neeva, pequeña, de aspecto insignificante, juiciosa, inteligente, voluntariosa, pero débil. Tan débil que se deja arrastrar a un destino que ha previsto perfectamente con una mansedumbre contradictoria con su forma de ser natural.
La hermana, Berner, melliza de Dell pero completamente distinta de él. Mucho más madura, inquieta, rebelde y alocadamente valiente.

Estos cuatro personajes  que forman el núcleo de la familia Parsons, salen disparados en todas direcciones como las bolas de billar cuando son golpeadas con fuerza por un hecho delictivo: el robo del banco, “a priori” inimaginable en una familia tan “normal”.
A partir de este momento la novela gira y empieza la vida de Dell en un mundo (Canadá) radicalmente distinto en donde aparecen nuevos y extraños personajes que se conducen con criterios totalmente incomprensibles y amenazadores para él.

Ford es un escritor meticuloso con los detalles que son los que dan credibilidad y fuerza al relato. Las descripciones de lugares como Great Falls o Port Royal son de tal realismo que el lector las visualiza en la pantalla de su cerebro con total nitidez.

En pocas palabras: es una novela maravillosa y adictiva porque, aún sabiendo lo que va a pasar, no puedes dejar de leerla.


La trama nupcial

Jeffrey Eugenides
Anagrama

Contraportada
Estamos a principios de los años ochenta del siglo pasado. Madeleine Hanna, una romántica incurable, está escribiendo su tesis sobre el amor en Jane Austen y George Eliot. También ella se convertirá en protagonista de una historia de amor apasionada, dolorosa e intensa. Porque en su vida aparecerán dos hombres muy diferentes: Leonard Bankhead, solitario, carismático y brillante estudiante de ciencias, y Mitchell Grammaticus, estudiante de teología atormentado por las dudas. Una vez finalizada la universidad, el triángulo se mantendrá, obligándoles a enfrentarse con el final de la juventud y a reflexionar sobre el sentido último de la vida y la verdadera naturaleza del amor.

Comentario

Jeffrey Eugenides se ha ganado un puesto en las letras anglosajonas con muy pocas obras. Debutó con "Las vírgenes suicidas" que fue llevada al cine (con lo demasiado éxito de taquilla, por cierto) por Sofía Coppola. Le siguió "Middlsex" que ganó el Premio Pulitzer en 2003 y ahora ésta, "La trama nupcial" que ha obtenido excelentes críticas. (Véase la crítica de Ediardo Lago en "El País").

Madeleine Hanna, la protagonista vive en un campus universitario de los años ochenta con toda la explosión de libertad que ello significa, pero mentalmente sigue enamorada de las tramas nupciales de las grandes escritoras inglesas del siglo XIX. Una contradicción y un escape de la realidad que sólo le trae problemas en sus relaciones amorosas. Tiene fundamentalmente dos candidatos: Leonard, aquejado de bipolaridad y que lucha por tirar adelante y el "alter ego" del propio Eugenides, un estudiante de teología que la ama desesperadamente pero que al no conseguirla, se enrolla en una cadena de ONGs por diferentes continentes.

Supongo (y es mucho suponer) que Eugenides ha querido plantear esta imposibilidad de que el amor se pueda vivir ahora de cómo se vivía antaño.
Hay una frase que me ha gustado mucho en la entrada de la novela: "La gente no se enamoraría nunca si no hubiera oído hablar del amor". Porque ¿hasta qué punto es real el enamoramiento como sentimiento o es una ficción cultural?. Objetivamente ¿existen "las mariposas en el estómago" o nos lo imaginamos.

A riesgo de ir contracorriente me atrevo a decir que Eugenides ha hecho una novela excesivamente larga, demasiado presuntuosa y bastante cargante. Pero igual estoy equivocado.