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lunes, 26 de diciembre de 2016

Mauricio o las elecciones primarias. Eduardo Mendoza

Mauricio o las elecciones primarias

Eduardo Mendoza

Mauricio, un dentista con ideales pero sin carácter, regresa a la Barcelona de la transición. El azar le llevará a participar en la campaña del partido socialista y a entablar una estrecha relación con dos mujeres: la equilibrada Clotilde y Porritos, que le revelará los aspectos más oscuros de su mundo. Como trasfondo, una Barcelona ilusionada por los Juegos Olímpicos del 92 y mucho desencanto político.

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Siempre me ha gustado la forma de escribir de Eduardo Mendoza. Es muy fluida. Como si fuera muy fácil escribir. Pero esconde un profundo trabajo de depuración del lenguaje y del estilo.
También me gusta su humor. Unas veces surrealista y otras muy sutil.

No sé por qué me había pasado por alto este libro del 2006 y en cuanto lo vi., me puse a leerlo casi de un tirón. No es su mejor libro y, aunque mantiene esos rasgos de fluidez y de humor, me ha parecido algo pedante.
En primer lugar, lo de las elecciones a las que quizás alude el título (también se podría referir a las elecciones vitales que debe hacer el protagonista Mauricio o su novia Clotilde) tienen un papel muy secundario en la novela. Le sirven al autor para dar unos brochazos a la política catalana de principios de los noventa con el fracaso de Raimon Obiols del PSC frente a Jordi Pujol y exponer lo precario y amateur que era la política y los políticos en aquellos años. Pero poco más. Mauricio participa un tanto improvisadamente en algunos mítines en barrios periurbanos de Barcelona y nada más. Ni siquiera vota en las elecciones.
Posiblemente de forma premeditada, Mendoza nos dibuja al protagonista como un hombre bastante débil, inseguro del papel que debe jugar en una sociedad que no acaba de comprender y con sentimientos de culpabilidad por cualquier cosa. No es un personaje con el que el lector pueda identificarse fácilmente.
Clotilde, su novia, parece un personaje más trabajado aunque ambiguo. Nunca se sabe por cual registro nos va a salir. Sin embargo me parece mucho más humano y compatible aún con su inexperiencia.
El tercer lado del triángulo amoroso es "la Porritos" que introduce en la narración el tema del SIDA que, por aquellos años, era un verdadero azote social sin cura. Es personaje muy sensible e interesante. Además no perora como el cura Don Serapio que representa a la generación de los de "contra Franco vivíamos mejor".
También peroran demasiado los dos políticos socialistas "trepas" y el primo israelí de Mauricio. ¿Por qué introdujo el conflicto palestino-israelí en la novela?. No tengo respuesta a ésto. Como tampoco la tengo para el viaje de Clotilde a Ginebra que no aporta nada a la trama. Parece un puro relleno.

Una pequeña decepción de un gran escritor que anunció la muerte de la novela

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