El Turista
Olen Steinhauer
RBA
En 2001, poco después de
recuperarse de heridas de bala en Venecia, Milo Weaver decidió que, mientras
otros se dedican a localizar al Musulmán Más Famoso del Mundo en algún lugar de
Afganistán, él dedicaría su tiempo a los brazos más quirúrgicos del terrorismo.
Cuando alguien como Bin Laden o al-Zarqawi necesita eliminar a un
Tras una estancia en la
cárcel por fraude, Milo Weaver vuelve a la acción como agente del operativo más
clandestino de la CIA. Su nueva misión consistirá en descubrir a un topo
infiltrado en los servicios secretos. Pero en la agencia nadie se fía de nadie
y su propia lealtad está en cuestión, por lo que antes de asumir esta
Olen Steinhauer como
el nuevo “padre” de las novelas de espías. “Bueno, me dije, veamos que hay detrás
de toda esta propaganda” y empecé a leer “El Turista”. Me enganché enseguida y
me hice rápidamente con la continuación “La salida más próxima”.
Ambas novelas forman parte,
según parece, de una trilogía que tiene como protagonista un espía muy especial
llamado Milo Weaver. Como habrán visto en la sinopsis de la editorial, en
realidad se trata de una sola obra que, por su tamaño, ha sido desglosada en
dos libros (o quizás en tres, ya que no tengo ni idea de la tercera si es que
se publica).
Estuve dando vueltas a la
pregunta de qué puede diferenciar a las novelas de espías de las de la serie
negra. Por supuesto hay muchos puntos en común: sangre, tiros, intriga y
sorpresas para el lector, pero quizás el rasgo más significativo que las puede
diferenciar es la política. O mejor dicho: la geopolítica o la geo-estrategia.
Claro que hay personajes de la política en la serie negra pero normalmente se
relacionan con casos de corrupción, chantaje, etc. Aquí, en la obra de Olen
Steinhauer, el tema es la política en mayúsculas: las grandes maniobras de las
potencias mundiales para asegurarse los recursos energéticos en el futuro. Aquí
nos encontramos en la USA del señor Bush hijo y el enemigo a batir ya no es la
URSS, sino la emergente y poderosa China post maoista. Y los espías (y Milo
Weaver en concreto) son la vanguardia de esta guerra. Una lucha que
(posiblemente sea así en la realidad) se desarrolla bajo la mesa pero con una
crueldad pareja con los intereses con los que se juega.
Muy interesante.
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