El Curioso Incidente Del Perro A Medianoche
Mark Haddon
Salamandra
Será difícil que puedan encontrar hoy en día una novela
corta sobre un niño con síndrome de Asperger que venda más de un millón y medio
de ejemplares. Este es el caso de “EL curioso incidente del perro a medianoche”
del inglés Mark Haddon.
Christopher tiene quince años, y una mente diferente a la de
los otros chicos de su edad.
Sabe de memoria los números primos hasta el 7507, conoce
todos los países del mundo y sus capitales, sabe por qué la vía láctea se ve
como una línea, o por qué de noche estamos a oscuras a pesar de haber tantas
estrellas en el cielo, pero tiene dificultad con otras cosas. ¿Qué cosas?
Esta es su confesión:
“Solía pensar que
Madre y Padre iban a divorciarse, porque tenían muchas peleas y a veces se
enfadaban muchísimo. Era por el estrés de tener que cuidar de alguien con
Problemas de Conducta, como yo. Solía tener muchísimos Problemas de Conducta,
pero ahora ya no tengo tantos porque he crecido y soy capaz de tomar decisiones
por mí mismo y hacer cosas como salir de casa a comprar cosas en la tienda de
la esquina.
Éstos son algunos de
mis Problemas de Conducta
A. No hablar
durante mucho tiempo
D. Gritar cuando
estoy enfadado o confundido.
E. No gustarme
estar en sitios pequeños con otras personas.
F. Destrozar
cosas cuando estoy enfadado o confundido.
G. Gemir.
H. No gustarme
las cosas amarillas o marrones y negarme a tocar cosas amarillas o marrones.
I. Negarme a usar
el cepillo de dientes si alguien lo ha tocado.
J. No comerme la
comida si las diferentes clases de comida se tocan entre sí.
K. No darme
cuenta de que la gente está enfadada conmigo.
L. No sonreír.
N. Hacer cosas
estúpidas
P. Odiar Francia.
Q. Conducir el
coche de Madre
En definitiva: Christopher para sentirse seguro necesita
tener controlado el entorno y por ello no entiende las metáforas como “Tiene la
cabeza a pájaros” o “Es la niña de sus ojos”. Por lo demás es
extraordinariamente lógico como una computadora. Le incomoda que los estados de
ánimo de las personas sean tan complejas. Un perro, por ejemplo, solo puede
estar alegre, triste, enfadado o concentrado. Además, los perros son fieles y
no dicen mentiras porque no hablan, así que a Christopher le gustan. Por eso,
cuando encuentra al perro de su vecina asesinado en el jardín de su casa,
decide investigarlo como hacen los personajes de sus novelas favoritas; las
policíacas.
A medida que avanza la novela, Christopher se mete en más
problemas y tiene que enfrentarse a nuevas situaciones que chocan con su
disfuncionalidad.
Es imposible que el lector no se vaya encariñando con el
singular mundo del protagonista, aún comprendiendo la angustia y el nerviosismo
que provoca en sus pobres padres o sus profesores.
Estoy completamente seguro que no han leído nunca una
historia como ésta.
Por cierto, está en la web pública y la pueden leer sin
sentirse que están pirateando el libro.
En este enlace lo encontrarán:
Nosotras la verdad no llegamos a pillarle la gracia. Mira que es un libro del que se habla muy bien, pero a nosotras no nos gustó demasiado.
ResponderEliminar