Las sombras de Quirke
Benjamin BlackIncapaz de guardar reposo pese a sus alucinaciones y desvanecimientos, Quirke regresa al trabajo en la morgue de Dublín. Es a él a quien llaman cuando aparece un cuerpo en el interior de un coche calcinado: todo apunta al suicidio de un funcionario advenedizo, pero Quirke no puede quitarse de la cabeza la sospecha de que algo no encaja. La única testigo se ha esfumado, han borrado todo rastro de ella.
Al reunir las piezas de su desaparición, el patólogo se ve atraído hacia las sombras del universo de las élites dublinesas: sociedades secretas y política eclesiástica de altos vuelos, políticos corruptos y hombres con mucho dinero que perder. Mientras la psicoanalista austriaca Evelyn Blake entra en su vida y en su corazón, la pista acaba por llevar a Quirke hacia su propia familia, y pasado y presente entran en colisión. Los crímenes de antaño han de permanecer ocultos, y Quirke ha agitado la telaraña.
Ganadora del Premio Best Novel Valencia Negra 2017
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Todos sabemos -o debiéramos saber- que tras el seudónimo de Benjamin Black está el Premio Príncipe de Asturias John Banville. Eso si que es una garantía!.
Su protagonista, el forense Quirke, ha sido el centro de una serie negra de la que esta novela es la séptima y (dice la crítica) la mejor de todas.
¿Cambia el estilo cuando un escritor mundialmente reconocido se convierte en su avatar, en su alter ego, y escribe una novela negra?. Se supone que algo ha de cambiar porque comunmente este género de "policías y ladrones" puede parecer de más baja estofa. Pero en el caso de John Banville no ocurre así. Uno queda impresionado por la calidad literaria cuando lee "El Mar" o "El intocable" pero no queda menos impactado cuando lee las novelas del forense, alcohólico y triste Quirke. Es cierto que sus tramas no son fulgurantes como castillos de fuegos artificiales y ello es porque la vida real no es así. Quirk vive en el Dublin de los cincuenta. Una sociedad en la que la gente fuma y bebe mucho; en la que los hombres llevan sombrero de fieltro aún en lo más agobiante del verano; una sociedad total y absolutamente mediatizada por la Iglesia Católica.
En un pasaje de la novela Quirke le dice a su hija Phoebe:
"Siéntate -dijo Quirke. Ella se aproximó a la mesa y se sentó frente a él - Hay cosas que desconoces, créeme. La Iglesia controla este país; la Iglesia y sus representantes en organizaciones como loa Caballeros de Dt. Patrick. No puedes imaginarte el poder que tienen. No son unos ignorantes, no se trata sin más de unos fanáticos. Bueno, son fanáticos, son ignorantes, pero también son muy inteligentes y perspicaces y saben exactamente lo que hacen. Tienen una filosofía, por llamarla de alguna manera. Ideología sería una palabra más acertada, supongo. Son iguales que los comunistas contra los que siempre nos previenen, las dos caras de una misma moneda."
Quirke tiene una visión poco optimista de la vida porque conoce el mundo en que vive y no sólo desde la perspectiva política o de poder, sino de la esfera de las emociones y el amor.
La trama le lleva a cruzarse con una mujer judía de singular aspecto y de gran complejidad, psiquiatra de profesión. Ella le dice lo siguiente:
-La infelicidad no es tan mala -dijo Evelyn-. En una ocasión fue a ver a Freud una mujer que estaba muy enferma, muy enferma de la cabeza, ya me entientes, y le preguntó si podía curarla. "No puedo curarla", le dijo Freud, pero tal vez pueda conseguir que sea infeliz de una forma normal".
La trama de la novela es sencillamente genial. Bien tramada, con personajes complicados pero reales y (lo que no ocurre siempre) con un buen final, coherente con el resto de la trama.
Un cinco estrellas, sin duda
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