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martes, 24 de junio de 2014

James Salter: un observador del hombre actual (66)

Todo lo que hay

James Salter
Salamandra

Sinopsis

 Tras participar como joven oficial en las batallas navales de Okinawa, Philip Bowman vuelve a casa y, después de pasar por Harvard, consigue un empleo en una pequeña editorial de renombre en Nueva York. En esa época, la edición atañe a un puñado de editoriales en América y Europa que desarrollan su negocio en una frenética actividad social: cócteles, cenas, encuentros en apartamentos de leyenda y conversaciones que se alargan hasta altas horas de la madrugada. En esos ágapes mundanos donde se fraguan acuerdos furtivos y se deciden carreras literarias, Bowman se siente como pez en el agua. Sin embargo, pese a su éxito profesional y a sus infalibles dotes de seductor, el amor duradero parece eludirlo. Cuando finalmente conoce a una mujer que lo fascina, Bowman emprenderá un camino que nunca había pensado transitar.
   La narración de Salter es un deslumbrante y en ocasiones devastador laberinto de amor y ambición, un retrato intimista de las conmociones y los placeres de estar vivo. El éxito comercial de esta obra cumbre —llegó a los primeros puestos del NYT— contribuirá sin duda a que un público mucho más amplio disfrute de la maestría narrativa de uno de los autores norteamericanos más importantes de su generación.

Mi comentario



A mediados de abril de este año James Salter concedió una entrevista a Jorge Volpi para las páginas culturales del País. Les recomiendo su lectura para entender mejor este extraordinario libro. Lo podrán encontrar aquí.



Para mí, Salter es el escritor vivo que mejor describe al ser humano moderno. Y lo hace con una prosa prodigiosa: sencilla, directa en la que cada palabra parece encajar perfectamente en el lugar que le corresponde para poder dibujar una realidad compleja.

El sistema de arquitectura literaria que usa es muy peculiar. Si bien existe un protagonista, Philip Bowman, la narración no se centra exclusivamente en él, sino que, a medida que éste se relaciona con otros hombres y mujeres, el hilo narrativo se desplaza para explicar las historias, las aventuras y desventuras o los dramas de estas personas. Así uno tiene la impresión de que está navegando por los brazos de un río que va diversificándose más y más a medida que avanzas. O que uno pensaba que estaba en el tronco de un árbol y de pronto avanza por una rama y por otra... etc. Pero, por supuesto siempre acabas volviendo al tronco, a Bowman. Este entramado te hace vivir no sólo una trama, sino literalmente cientos de subtramas. Unas más importantes que reaparecen en diferentes capítulos y otras que simplemente se describen y desaparecen sin dejar más huella. Ello le permite dibujar a brochazos tota una panoplia de seres humanos a los que Salter examina con mirada de entomólogo aprovechando de las ventajas que le da el escribir como un narrador omnisciente.

La figura de Bowman es de un trabajo de un perfeccionista. Salter tardó 35 años en escribir este libro. El mismo confiesa que entretanto hizo otras cosas, guiones, etc. pero que iba recopilando historias y vivencias para verterlas en Todo lo que hay. "Yo no invento mucho, dice en la entrevista. Normalmente tomo personajes de gente que conozco e introduzco rasgos de ficción en ellos."

Sorprende que Bowman sea tan impulsivo con las mujeres y, al propio tiempo, tan incauto. Ama a las mujeres pero no las entiende en absoluto. Siempre le sorprenden o lo descolocan.

Dice Salter:
"En cierto sentido, Bowman pasa su vida buscando el amor. El sexo también, pero más el amor. Él no separa una cosa de la otra. ‘Primero la carne, luego el alma’, dijo alguien cuyo nombre no recuerdo. Esto ya no se dice, parecería que debe ser a la inversa, pero en mi novela es así. Bowman se casa; luego tiene una aventura con una inglesa, que sigue su curso y que no puede durar mucho porque viven en países distintos, hasta que se enamora de una mujer en Nueva York: esta relación es el centro del libro, y es solo la tercera mujer que se menciona.

En efecto, la plácida vida de Bowman como editor literario solo se ve alterada por estas relaciones sentimentales, sobre todo por la que mantendrá con esta mujer. De ella se enamorará completamente y juntos comprarán una casa —al fin un hogar—, que se revelará solo como un espejismo movido por la traición. Y es allí donde, inesperadamente, asistimos a un acto sorprendente y terrible: la venganza de Bowman. El hombre en apariencia apacible usará a la hija de su antiguo amor para tomarse la revancha."

Esta novela no en vano ha sido considerada por la crítica de todo el mundo como una de las más importantes de la década. No sé si es verdad, pero a mí me lo ha parecido. La he disfrutado desde la primera a la última línea
 

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