El coro de los maestros carniceros
Louise Erdrich
Siruela
Su abuelo era maestro carnicero y luchó en la primera Guerra Mundial, en
las trincheras. Fue condecorado por el ejército alemán con la Cruz de Hierro. Y
entonces, hastiado de la guerra y de tanta matanza, abandonó Alemania en 1920
para ir a América.' Esta novela cuenta la historia de Fidelis Waldwogel,
personaje inspirado en el abuelo, que, al acabar la guerra, abandona su
tranquilo pueblo alemán para poner rumbo a América con su esposa Eva y una
maleta llena de las famosas salchichas ahumadas de su padre y de sus valiosos
cuchillos de carnicero. Fidelis acabará instalándose en Dakota del Norte, donde
trabajará muy duro para sacar adelante un negocio, un hogar y un coro con las
mejores voces del pueblo. Pero las aventuras de Fidelis en el Nuevo Mundo
comenzarán de verdad cuando conozca a la asombrosa Delphine Watzka...
Mi comentario
La verdad es que desconocía quién
era Louise Erdrich.
Su nombre me apareció por
primera vez al leer un blog literario que me gusta bastante porque suele ser
equilibrado. Hablaba elogiosamente de esta novela y de la que obtuvo el
National Book Award for Fiction en 2012. Pero no tenía ni idea de lo que me iba
a encontrar.
Si fuera un buen productor de
cine capaz de captar el capital necesario, correría a adquirir los derechos
cinematográficos o, mejor, televisivos, de esta novela. Es una narración tan
bien escrita que la contemplas en la pantalla de tu mente mientras la lees.
Louise Erdrich tiene 60 años
y en sus genes están las raíces alemanas e indias Chippewa igual que Delphine,
la protagonista de la novela. Su abuelo, alemán, luchó con su país en la
Primera Guerra Mundial y sus hijos lucharon con el ejército de los Estados
Unidos en la Segunda. Aunque la novela es una ficción se basa en muchos hechos
reales, como por ejemplo la terrible matanza de indios en Wounded Knee o todo
lo relacionado con los carniceros alemanes y sus coros. Efectivamente, el
carnicero que aparece en la portada del libro, repeinado y luciendo un
resplandeciente delantal, era su abuelo
Ludwing Erdrick.
Es una escritora que, en
cierta forma, se ha destacado por difundir y defender sus raíces indias. En
esta novela, los crees o los ojibwe de los que desciende, aparecen
marginalmente, pero en la que ganó el premio que antes he citado, “La casa
redonda”, está plenamente dedicada a ellos.
Es una obra coral con dos
polos bien definidos: por una parte, el maestro carnicero Fidelis Waldwogel y
su familia (Eva y sus cuatro hijos), y por otra Delphine Watzka, la fascinante
polaca medio india que seduce al lector desde la primera página en la que aparece
haciendo equilibrios junto a su indefinible compañero, Cyprian Lazarre, también
con raíces indias.
Todos confluyen en un pequeño pueblo imaginario de Dakota
del Norte llamado Argus. Allí se desarrollan sus dramáticas vidas y el lector
las sigue totalmente embrujado por la magia de la literatura.
Un libro que no deben
perderse
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