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lunes, 6 de febrero de 2017

Flores negras para Michael Roddick. Daniel Vázquez Sallés

Flores negras para Michael Roddick

Daniel Vázquez Sallés



Daniel Vázquez nos traslada en esta su primera novela a las sombras y los escenarios de la guerra fría, describiendo el trepidante itinerario que llevará a Michael Roddick, agente al servicio de la República Federal Alemana ya retirado, a abandonar la placidez del restaurante que regenta junto con su hija Elena en Barcelona para revivir un turbio episodio relacionado con sus tiempos de espía. La acción y la intriga se suceden sin tregua a lo largo de esta novela que se desplaza a distintos escenarios europeos, en los que Roddick habrá de enfrentarse a situaciones límite en su afán por esclarecer la verdad. Tras un sinfín de emociones, peligros y revelaciones todas las piezas acaban encajando, de un modo que sin duda sorprenderá al lector.

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Cuando empecé a leer esta novela ignoraba totalmente quién era Daniel Vázquez. El nombre debiera haberme recordado a su progenitor pero no lo hizo. Simplemente buscaba una novela de espías con trazos de novela negra. Más adelante supe que el autor era hijo de Manuel Vázquez Montalbán.  Había pistas gastronómicas en el libro: en el arranque el protagonista es cocinero de esquisiteces en Barcelona, se citan muchos platos raros, vinos carísimos... etc. Pero así y todo no me enteré del parentesco.
Me da pereza buscar paralelismos entre Michael Roddick y Pepe Carvalho. No estoy seguro que su hijo las buscara. De cualquier forma, lo que interesa ahora es comentar la novela.

Arranca estupendamente. Sigue manteniendo el tono y la tensión casi hasta el final. Es adictiva. En muchas novelas negras el aterrizaje es lo más difícil porque el lector está preguntándose continuamente ¿cómo saldrá de esta el protagonista?.
Me gusta leer en los foros las opiniones de los lectores sobre los libros. en este caso casi todos alaban el giro final inesperado.
Pues eso es precisamente lo que más que chirria de la novela. Estoy de acuerdo en que no esperaba este final. Pero tampoco esperaba otras alternativas. Lo que sí esperaba era algo verosímil, creíble... y ahí creo que el autor ha patinado un poco. Creo que es difícil que uno salga de una situación con un torturador eslavo a base de calditos.

Pero, claro. Puedo estar equivocado. Ustedes juzgarán. Lo importante es que, hasta ahí lo he pasado muy bien con la lectura.

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