También ésto pasará
Milena Busquets Tusquets
Anagrama
Finalmente he aterrizado en este libro recomendado por todas
partes (y uno de los elegidos por “El País” para Sant Jordi de este año) y
éxito en la última Feria del Libro de Francfort tras algunas lecturas fallidas.
Debo añadir que fallidas para mí, porque en su momento estas novelas tuvieron
éxito. Lo que ocurre que estos éxitos no son siempre garantía de que un libro
guste.
Veamos primero estas lecturas fallidas:
Donde nadie te encuentre de Alicia Giménez Bartlet
Sobre el papel se trata de una novela atractiva aunque siga
la senda de las del género “consecuencias de la Guerra Civil”.
Un catedrático
de Psiquiatría de la Sorbona viaja a Barcelona en 1958 para poder entrevistar a
“La Pastora” un ser humano de sexo ambiguo que es uno de los últimos “maquis”
que sobrevive escondido en las montañas del Maestrazgo. El personaje realmente
existió y, con otra envoltura, hubiera podido ser una lectura apasionante.
A mi modo de ver Alicia Giménez Bartkett no acaba de
enganchar al lector porque las conversaciones que tiene el francés con el
periodista catalán que contrata para poder encontrar a “La Pastora” son
pesadísimas, banales y reiterativas. La tuve que dejar a medias porque notaba
que la escritora llenaba páginas y páginas porque el editor le había encargado
un tamaño determinado de texto. Como esos films que notas que se tiran metros y
metros de película para llenar el metraje previsto.
La novia Sefardí
de Eliette Abecassis.
El mundo judío es una de mis áreas de interés desde que trabé
amistad hace ya más de 25 años con israelitas afincados en Mallorca. Y, en
especial, los sefarditas que me emocionaron en un viaje que hice a la isla de
Rodas y en donde pude hablar con algunos de ellos. Escucho regularmente la
emisión en ladino que hace RNE una vez a la semana y me encantan sus dulces
canciones y su música llena de nostalgia de un país que los echó sin compasión.
Por eso elegí esta novela que trata de una familia sefardí que, al escapar de
España colonizó, como otras muchas, el norte de Africa. Esta famila, deja
Marruecos y va a parar a la hermosa, helada y estricta Alsacia francesa.
Aunque la mezcla del mundo oriental, la tradición judía y el
cartesianismo galo tiene su atractivo, la novela se hace pesada describiendo
superminuciosamente ritos, costumbres, vestidos, etc. Tampoco pude terminarla.
Y finalmente vamos al libro de Malena Busquets.
Hija de Esther Busquets, editora e icono de la vida cultural
barcelonesa de los últimos cuarenta años, Malena crea un “alter ego”, Blanca,
que sufre profundamente la muerte de su madre.
Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su
padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso
emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para
todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se
presentaron ante el emperador con una propuesta: También esto pasará. Y la
madre añadió: El dolor y la pena pasaran, como pasan la euforia y la felicidad.
Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela,
que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la perdida, del
desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo
vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través
del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes
para Blanca, quién afirma: La ligereza es una forma de elegancia. Vivir con
ligereza y alegría es dificilísimo.
Ignoro qué parte del libro es autobiográfica y qué es ficción.
Podría ser lo uno o lo otro o lo uno y lo otro. Lo seguro es que se tiene que
tener muchísimo oficio y dominio del idioma para darle a las palabras la
profundidad y la fuerza que le da esta autora. Ese dolor terrible por la pérdida
se lleva con elegancia y luz mediterránea.
Lo contrario de la muerte, dice, no es la vida... es el
sexo.
Buena literatura y excelente presentación
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