En la edición del "Babelia" del día en que estoy escribiendo esta reseña, aparece la crítica literaria de esta primera novela de Nic Pizzolatto. Les recomiendo su lectura porque no tiene desperdicio. La encontrarán en
este enlace.
Personalmente me gustó mucho la serie de "True Detective" porque se apartaba completamente del manido género de policías que investigan asesinos en serie. Lo han dicho muchos, o sea que no es ninguna novedad la afirmación de que "True Detective" iniciaba un nuevo género en los telefilmes.
"Galveston" sigue la senda. No es exactamente una novela negra ni es un relato al uso. Es algo diferente y heterodoxo.
El texano Roy Cody, alto y corpulento, con barba y melena,
sombrero de ala ancha y botas de cowboy, lleva unos años ejerciendo de matón
profesional en Nueva Orleans. Es un tipo tranquilo, capaz de ver el lado
filosófico de las cosas, a la vez com
prensivo e implacable. Pero el mismo día en que le diagnostican un
cáncer avanzado, mientras bebe unos whiskys y sin haber comentado todavía la aciaga
noticia con nadie, intuye que su jefe, el poderoso extorsionador Stan Ptitko,
quiere quitárselo de encima, y que el trabajo que le acaba de encargar Stan y
que debe llevar a cabo esa noche, una de sus rutinarias visitas de
intimidación, es una trampa...
Roy es ante todo un superviviente. Desde su niñez en una casa de acogida ha tenido que batallar para respirar cada día. Y ahora, con la sentencia de muerte en el informe del hospital, se encuentra huyendo con una chica casi adolescente y su hermana de pocos años. Podría dejarlas en la estacada y largarse con viento fresco huyendo de los que quieren verlo bajo tierra. Duda y se angustia, y al final juega una carta arriesgada.
El lector, desde el primer capítulo, cabalga junto a Roy Cody y observa cómo sortea los obstáculos que la vida le va poniendo en el camino. Una vida que se le acaba.
Es de estos libros que deseas que no termine. Pero lo hace. Y lo hace bien. Un final redondo, como los que me gustan
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