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sábado, 11 de octubre de 2014

Amy e Isabelle. Elizabeth Strout (84)

Amy e Isabelle

 Elizabeth Strout
 El Aleph Editores


Una de las novelas que más me ha impresionado este año fue "Olive Kitteridge". La novela que le valió a su autora un montón de premios, entre ellos el Pulitzer. 

Supongo que ustedes hacen lo mismo cuando les gusta un libro: buscan otros libros del mismo autor. Pues este es el caso. Amy e Isabelle es un libro no muy extenso, unas 350 páginas, y también es una novela de mujeres. Pero no forzosamente "una novela para mujeres", porque no lo soy y a mí me ha encantado. Los críticos han señalado esta novela como el precedente de "Olive Kitteridge".

La acción se sitúa en un pequeño pueblo de Maine llamado Shirley Falls en un muy agobiante verano de un año indefinido que yo situaría a principios de los sesenta. En una cochera antigua transformada en una pequeña casa de dos habitaciones viven con estrecheces Isabelle Goodrow y su hija Amy de diecisiete años. Ambas trabajan (aunque Amy lo hace temporalmente durante el verano) en lo que parece ser la única industria del pueblo que también da ocupación a muchas de las mujeres del pueblo a las que poco a poco iremos conociendo a lo largo del libro.

Amy estudia secundaria y es seducida por el maduro profesor de matemáticas. El despertar de la sexualidad de la hija transtorna completamente la relación entre las dos. Por una parte Isabelle, que se ha mantenido fría y distante de cualquier relación social, siente envidia de su hija y, por otra se  aavergüenza de su pasado que sólo conoceremos al final de la novela.

Es impresionante cómo Elizabeth Strout nos desvela progresivamente, capa a capa, los sentimientos (a menudo contradictorios) de las dos mujeres. Sus miedos, las estériles conjeturas a las que se entregan sin resistencia rumiando qué es lo que pensarán los demás de ellas. Sus deseos de afecto, de amor y de reconocimiento que suelen verse frustrados. Sus remordimientos al comprobar que algo debe haber fallado en su conducta cuando las cosas salen como salen.

Nunca había leído con tanta claridad la descripción de la enorme complegidad del alma de una mujer. Elizabeth Strout toma cada uno de sus personajes femeninos (los masculinos aparecen mucho más desdibujados aprisionados entre sus instintos más elementales y el ansia de poder y reconocimiento) y nos los presenta con sus contradicciones pero con enorme ternura. Es realmente fantástica la capacidad de análisis de la conducta de la que hace gala esta autora.

Este es un libro no digitalizado y además de disfrutarlo en su contenido, lo he gozado por su tacto en papel.














1 comentario:

  1. He caído por casualidad en tu blog mientras buscaba opiniones sobre esta novela de Elizabeth Strout, ya que "Olive Kitteridge" me ha impresionado mucho y quiero leer algún otro libro de la autora, aparte de ver la miniserie que acaban de estrenar. Me quedo por aquí un rato leyendo tus reseñas, que me parecen muy interesantes. Además, tenemos gustos comunes y me pueden dar ideas para futuras lecturas. Saludos

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