Telex desde Cuba
Rachel Kushner
Libros del Asteroide
En los años cincuenta la
economía cubana está dominada por Estados Unidos, que ejerce un férreo control
de la producción de azúcar y níquel. En la provincia de Oriente, donde están
establecidas algunas de las grandes compañías norteamericanas, la clase dominante,
formada por directivos estadounidenses y sus familias, lleva un estilo de vida
casi colonial.
Everly Lederer y K. C. Stites
son dos niños que se han criado en ese pequeño paraíso de olor dulzón y clima
amable, rodeados de criados y de una naturaleza exuberante, y desde el que
apenas atisban la situación real de la isla.
Mientras, en las montañas, un
grupo de “barbudos” encabezado por Fidel Castro, comienza a organizarse y a
poner en marcha una revolución que acabará con la caída del dictador Batista y
la expulsión de los norteamericanos de Cuba.
Y en La Habana, La Mazière,
un oscuro traficante de armamento francés coquetea con una bailarina de cabaré
que le facilitará el acceso a los cubanos más poderosos.
A través de estos personajes
y sus historias entrecruzadas, Télex desde Cuba nos ofrece una visión inédita
de un periodo crucial de la historia contemporánea que certificó el fin de una época.
Así lo he leído
Esta es la primera novela de
Raquel Kushner, una periodista de Oregón que estudió en la Universidad de
Columbia (NY) y tiene 46 años.
Cuando he terminado de leerla
me he preguntado cómo era posible que una periodista de Oregón conociera tantísimos
detalles de la vida de las diferentes capas sociales de la Cuba
prerrevolucionaria. Porque estamos ante una narración muy documentada con muchísimos
detalles e historias que sorprenden al lector que llega a pensar que el que ha
escrito el libro ha tenido que vivir en esta isla en este momento histórico concreto.
Evidentemente Raquel Kushner
por su edad no pudo tener estas experiencias que relata la novela. Ella no,
pero sí su madre, hija de un directivo de la United Fruit Co., la empresa
estadounidense que era propietaria de casi toda la Provincia de Oriente y que
es una de las principales protagonistas de la novela.
Cuesta un poco entrar en la
narración porque la autora la construye como si se tratara de una colcha de
patchwork. Ya saben, esas colchas hechas de retales más o menos coloridos.
Despliega una gran cantidad de personajes: adolescentes hijos de los directivos
de la United Fruit Co., sus familias, los criados, los “barbudos” que acaban derrocando
al dictador Batista, bailarinas, comerciantes de armas, la población cubana y
las relaciones entre cada uno de ellos, formando un entramado, como un “collage”
que uno no termina de ver en su conjunto hasta que se desarrolla el nudo de la
narración.
La autora se mantiene algo al
margen de todos los conflictos que surgen y refleja muy bien la perplegidad
de los norteamericanos ante el momento histórico que están viviendo y que no terminan
de entender.
Lo que más me ha gustado ha
sido la ingenuidad de la mayoría de los personajes. No sólo los adolescentes,
que se les supone esta ingenuidad, sino de personajes tan dispares como la
mayoría de los rebeldes de las montañas, la esposa insatisfecha de un directivo
que se enamora de un turbio contratista cubano, o el propio dictador Batista
que tiene el máximo disfrute en escuchar las grabaciones de las conversaciones
de los que le rodean sin percatarse de que está a punto de ser derrocado.
La autora combina muy bien
los sentimientos y las expresiones anímicas de los múltiples y variados
personajes con los acontecimientos históricos que condujeron al fin de la
dictadura (y el dominio yanqui de la isla) muchos de los cuales desconocía por
completo.
El conjunto es una novela
refrescante, interesante y hasta sorprendente.
Me ha encantado. Pero no soy
imparcial: adoro Cuba
No hay comentarios:
Publicar un comentario