Lo bello y lo triste
Yasunari KawabataPlaneta
Impulsado por la nostalgia,
Oki Toshio, un escritor casado, decide viajar a Kioto para oír las campanas del
templo en el Año Nuevo. Pero además quiere ver a Otoko, antigua amante a la que
había humillado. Todavía hermosa, Otoko, ahora pintora, vive con su protegida
Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años. Y lo que
comienza como un reencuentro sentimental entre el maduro Oki y la discreta
Otoko se convertirá, por voluntad de Keiko, decidida a vengar a su mentora, en
un cruel drama de amor y destrucción.
Mi comentario
Tras el baño de hiperrealismo
deprimente de “En la orilla” de Rafael Chirbes, necesitaba respirar algo de
lirismo y delicadeza y pensé en desempolvar esta novela del Premio Nobel Yasunari
Kawabata (el primer japonés que lo obtuvo, luego le siguió Kenzaburi Oe en
1994) cuya finísima literatura se distingue precisamente por su sensibilidad y
lirismo.
“De lo bello y lo triste” fue
su última novela y se publicó en Japón en 1965. En 1972, ya enfermo, se suicidó.
En España se tardó mucho más
en poder acceder a ella. Quizás algunos recuerden lo que era el pensamiento
dominante en nuestro país en 1965.
¿Cómo creen que hubiera sido
posible que con aquella mentalidad se publicara una novela que glosa el amor
apasionado de un hombre adulto y casado con una niña de 16 años a la que
termina abandonando?.
¿Qué hubiera pensado el
censor del Ministerio de Información y Turismo de una narración en la que no se
disimula el amor lésbico entre dos de sus protagonistas?.
Seguramente la hubieran
tachado de pornografía dura cuando en realidad no lo es en absoluto.
Otra de las características
de Kawabata (junto a su elogio de la soledad) es su interés por “bordear” el
tema de la sexualidad. Si se deciden a leer esta novela (a lo que les animo
fervorosamente) verán que Kawata nunca entra explícitamente en la descripción
de un acto sexual, sino que traza pinceladas muy difusas y bellas de forma que,
sin negar el apasionado abrazo de sus personajes, deja muchos interrogantes en
el aire.
“De lo bello y lo triste”
¿puede considerarse una novela amoral?.
Si bien es cierto que una de
sus protagonistas Sakami Keiko, tiene una conducta que podría llevar esta
calificativo, no creo que sea un relato amoral en conjunto. Además debemos
sumergirnos en el mundo nipón de mediados de los años sesenta del pasado siglo
y comprender que los términos de “moral” e “inmoral” deben entenderse en su
contexto.
Oki Toshio, el escritor
casado y con un hijo, mantiene una apasionada y hermosa relación con Ueno
Otoko, una adolescente, casi niña de 16 años.
Escribe Kawabata : “ Era su
juventud o su inocencia lo que habían dado tanta intensidad a este amor. Quizás
ésto explicara su pasión ciega e insaciable”
De esta relación nace una
niña que muere al nacer. Tras esta dolorosa pérdida, los caminos de los dos
divergen y Ueno, con su madre, se muda a Kioto y termina por emprender una
exitosa carrera como pintora.
Oki describe este amor
apasionado en una novela que tiene muchísimo éxito. De alguna forma, al plasmar
esta pasión en letras (o idiogramas, en su caso) de imprenta, la relación queda
inmortalizada e idealizada, para los lectores de la obra y, también para sus
protagonistas, Oki y Ueno que nunca la olvidarán mientras vivan.
Veinticuatro años después de
la separación, ambos vuelven a encontrarse. La forma en que se produce este
reencuentro y los sentimientos de ambos es una de las mejores partes de la
novela.
Otro personaje que no he
citado, pero que merece una mención especial es la mujer de Oki: Fumiko. ¿Cómo
debió sentirse esta mujer, ya madre de dos hijos, cuando voluntariamente se
ofrece a transcribir la novela en la que su marido consagra su amor y pasión
con una adolescente?. La relación de ella con Oki sería también inusual en
nuestra sociedad. Y sin embargo... ahí está.
Finalmente está el personaje
de Keiko, la alumna y amante de Ueno. Imposible de calificar su conducta y su carácter
manipulador para una mente o una moral occidentales. No quiero destruir el
final de la novela revelando más detalles de este personaje pero, en mi opinión,
es uno de los más conseguidos por Kawabata.
Finalmente, me permito
recordarles que “moral” viene del latín “mor, moris” que significa “costumbre”.
El lector de “Lo bello y lo
triste” debe ponerse mentalmente “un kimono y arrodillarse ante una mesa baja
bajo la cual se perciba la tibieza de un brasero alimentado con carbón de leña”.
Le será más fácil personar a Oki y a Ueno.
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