Lo último leído

sábado, 14 de diciembre de 2013

Entrada 38





Instrucciones para una ola de calor

Maggie O'Farrell
Editorial Salamandra

Contraportada


En Londres, en el verano de 1976, durante una ola de calor y una sequía legendarias, Robert Riordan, recientemente jubilado, sale de casa por la mañana, como todos los días, para comprar el periódico, pero esta vez no regresa. Asustada, su esposa Gretta llama a sus tres hijos, que regresarán a la casa familiar para emprender las pesquisas. El inusitado calor provoca extraños comportamientos entre los Riordan, irlandeses católicos radicados en Londres, y varios secretos guardados celosamente durante años afloran a la superficie. Cada uno de los hijos tiene sus propias ideas acerca de dónde puede estar su padre, pero lo que ninguno sospecha es que su madre sabe mucho más de lo que les ha contado. Instrucciones para una ola de calor es una novela sobre la familia, sobre lo que contamos y lo que decidimos no contar; sobre los compromisos y las concesiones que hacemos, y sobre lo que puede ocurrir si construimos nuestra vida sobre medias verdades. Escrita con una hermosa y evocadora prosa, la historia de los Riordan mantiene en vilo al lector hasta la última página.

Comentario


Cuando en el mes de septiembre reseñé “La extraña desaparición de Esme Lennox” ya tenía previsto leer esta segunda novela de Maggie O’Farrell porque me gustó mucho la forma en que crea a sus personajes. Son humanos porque son contradictorios, irracionales, constreñidos (o todo lo contrario) por las normas sociales, débiles o decididos. En cualquier caso personajes nada esquemáticos ni previsibles.
“Instrucciones para una ola de calor” es la historia de la familia Rindan en un momento determinado de la historia del Reino Unido: agosto de 1976 cuando una terrible ola de calor cayó como una losa sobre aquella sociedad y se tuvieron que tomar medidas muy drásticas por parte de las autoridades para regular el consumo de agua. Pero éste es sólo el escenario. El calor se limita a exacerbar las tensiones que dormitan durante años en cada uno de los miembros de esta familia.

Robert, el padre recién jubilado de un puesto directivo en una sucursal bancaria. Callado, sumiso y totalmente dependiente de su mujer, Gretta, una ama de casa a la antigua usanza con un desbordante hiperactividad y verborrea incontinente que hace que le sea imposible mantenerse callada ni un instante. Ambos irlandeses católicos. Sus tres hijos, Mónica, Michael-Frances y Aoife (Eva en irlandés) ya han nacido en Londres y han sufrido bastante menos el rechazo social que tuvieron que soportar sus padres por ser irlandeses y católicos.

Cinco personajes. Cinco historias entrelazadas. Cinco secretos.

Se dice que a menudo la familia es un infierno. O por lo menos un purgatorio. O’Farrell refleja eso muy bien: las tensiones entre hermanos; cómo, dependiendo de su personalidad, tratan de sobrevivir a sus frustraciones, fracasos y sentimientos de abandono. En este sentido la novela es una maravilla.

El conflicto principal es que un buen día Robert, el padre, sale a comprar el periódico y desaparece. ¿Por qué lo hace?. ¿Cómo es posible que un hombre tan estrechamente dependiente de su mujer ni siquiera le deje una nota o haga una llamada telefónica?.

A partir de este punto, la madre y los tres hijos estudian qué hacer y cómo abordar este inesperado suceso. Y ahí es donde la autora se recrea en la personalidad de cada uno, en sus circunstancias personales en este preciso instante, en sus relaciones de pareja y en las historias y recuerdos familiares que acarrean desde la infancia y que también los condicionan.


La autora introduce el concepto de “imponderable”. Según la RAE es una circunstancia imprevisible o cuyas consecuencias no pueden estimarse. En el caso concreto de nuestros cinco personajes todos han tenido estas circunstancias no previstas que han cambiado sus vidas.
Es cómo si hubieran tomado un tren para ir a un lugar perfecto y alguien o algo hizo un cambio de vías y de pronto se encontraron en un lugar inóspito y fustrante. 

La sensata Mónica tiene un matrimonio ideal pero un aborto la lleva a un divorcio y a una nueva relación totalmente insatisfactoria. 
El profesor de historia, Michael-Frances tiene previsto un futuro fantástico: catedrático de Historia en alguna Universidad puntera de Estados Unidos, pero en un momento de descontrol deja embarazada a su novia, Claire y ambos todo se va al traste. Finalmente la “bala perdida”, Aoife sufre de un problema grave de dislexia que oculta a todo el mundo y que hace que su vida sea una angustia permanente al ser analfabeta en una sociedad moderna. Tiene que hacer malabares con su memoria y sus trucos para poder trabajar de ayudante de una célebre fotógrafa en Manhattan.
Y, por supuesto, el imponderable de Gretta, que siempre había presumido de controlarlo todo… es la desaparición de su marido. 

Además los cinco guardan, cada uno de ellos, un secreto doloroso.

Con todos estos mimbres, Maggie O’Farrell trenza un relato colorista y de lectura adictiva que sorprende agradablemente al lector.
Cuando me di cuenta de que Gretta “me ponía de los nervios” , pensé : ¡qué bien definido está este personaje!. ¡Es clavado a una serie de personas que no soporto!.

Si tuviera que poner un pequeño pero, diría que el final es demasiado edulcorado. Pero he disfrutado este libro y se lo recomiendo.



El Día de la Independencia

Richard Ford
Anagrama

Contraportada
En El Día de la Independencia, Richard Ford recupera a Frank Bascombe, protagonista de El periodista deportivo. Es el verano de 1988, Frank sigue viviendo en Haddam, Nueva Jersey, pero ahora se dedica al negocio inmobiliario y, tras el divorcio, mantiene una relación sentimental con otra mujer, Sally. Mientras busca una casa para unos insoportables clientes, Frank aguarda ilusionado la llegada del fin de semana del 4 de julio, Día de la Independencia, que va a pasar en compañía de Paul, su conflictivo hijo adolescente. Ford retoma a su antihéroe y lo lanza a una nueva aventura cotidiana, en la que se entremezclan desolación, melancolía, humor y esperanza.

Comentario

¿Cómo es posible que alguien pueda escribir un libro de 600 páginas que narra la vida de un pobre hombre, un antihéroe, durante sólo tres días en los que no pasa gran cosa y en donde la mayor parte del texto es pura descripción y alguien lo lea?.

No sólo es posible sino que "El Día de la Independencia" es considerado uno de los hitos de la literatura norteamericana.
La clave es el dominio del lenguaje que tiene Richard Ford que te envuelve y te emborracha. Capaz de soltarte una increíble historia en medio de una meticulosa descripción de una carretera. No sé cómo explicarlo, pero acaba atrapándote.

Frank Bascombe intenta convivir con el mundo, avanzar por su “periodo de existencia” mirando alrededor, la forma de ayudar, de ayudarse, de equilibrar una vida sacudida por la muerte de su hijo y su divorcio. Ha dejado el periodismo deportivo para ser agente inmobiliario, para encontrar a los demás un lugar para la vida, nuevos inicios, algo que sacuda la rutina. Una casa es algo más que un objeto, es un proyecto, una vida en común.
En tres días se ven los intentos de Frank por vender una casa a unos clientes desesperantes, por llevar a su hijo de viaje para poder entrar en su mundo y ayudarle con su miedo, su sensación de pérdida y llevarlo en una dirección esperanzadora, por delinear su relación con Sally, con Ann, su ex mujer.

Es posible que para muchos lectores este libro puede parecerle lento y excesivamente descriptivo, pero si se realiza el esfuerzo de perseverar, se obtiene la sensación de haber leído algo fuera de lo común.



Dos historias nada decentes

Alan Bennet
Alfaguara

Contraportada
La señora Donaldson es una viuda reciente, de cincuenta y cinco años, con una hija casada, puritana e insoportablemente convencional que pretende que su madre viva reverenciando la memoria de un difunto marido muy aburrido. Aburrimiento contra el que la señora Donaldson no se rebelaba, y ni siquiera cuestionaba, educada en la firme creencia de que ser y hacer lo que se espera de nosotros son los pilares de la cotidiana felicidad. O conformidad. Pero ahora su vida comienza a cambiar. Ha conseguido un trabajo en un hospital: actúa interpretando a pacientes, con sus correspondientes enfermedades, para ilustrar las clases del doctor Ballantyne. Y, de interpretación en interpretación, la señora Donaldson comienza a descubrir pliegues y honduras que ignoraba de sí misma. También ha alquilado una habitación a una pareja de estudiantes que le proponen un pago en especies para saldar lo que le deben: le ofrecerán un espectáculo porno sólo para sus ojos. Y ella, contra todo pronóstico, acepta, los contempla y cuando terminan les ofrece una taza de té. Y comienza La señora Donaldson rejuvenece.

En cuanto a La ignorancia de la señora Forbes, su hijo Graham va a casarse con una chica que lleva el muy vulgar nombre de Betty. Y aunque muy rica, es fea. La dominante y esnob señora no entiende el porqué de todo esto; los guapos siempre se han casado con guapas, y viceversa. Ella lo hizo, y por eso tiene un hijo guapo. Además, su familia está en el escalón más alto de la clase media, donde no se usan nombres como Betty. El señor Forbes, por su parte, asiente a todo, y lo único que le inquieta es que Graham es y ha sido la principal ocupación de su esposa, y si se casa y se marcha, todo el peso de la insoportable señora Forbes recaerá sobre sus hombros. Y el bello Graham, a su manera, quiere a Betty, y hasta puede follar alegremente con ella, siempre que haya un espejo en el que él pueda verse, y quizá imaginar otros cuerpos menos femeninos, como el de Gary, por ejemplo. Porque la señora Forbes ignora muchas más cosas de las que sabe..

Comentario
Elegí este libro sumergido en una atmósfera depresiva. Había elegido para esta entrega dos novelas más: "Un espía llamado Sara" de Bernardo Atxaga y el recién presentado "El francotirador paciente" de Arturo Pérez-Reverte. Son dos autores que me suelen gustar bastante. Pero no en esta ocasión.
"Un espía llamado Sara" es, supuestamente, una historia real de la Primera Guerra Carlista. Muy bien escrita, pero, para mí, "sin chicha". De escasa fuerza y atracción.
"El francotirador paciente" posiblemente sea un "best seller" pero el tema que trata, los grafiteros y el llamado arte urbano, no me llaman la atención en absoluto. De acuerdo que Pérez Reverte, como en todas sus obras se lo ha currado en serio, pero me dejan frío las distintas técnicas para emborronar paredes. Ya sé que eso no es apropiado decirlo ni "progre", pero, en mi caso es así.

Dos fracasos en una semana son muchos fracasos, así que busqué algo divertido, entretenido que me quitara el mal sabor de boca. Y encontré este librito. Cachondo, irreverente, inesperado. Puro humor inglés. La primera historia es de esas que se leen con la sonrisa puesta y la segunda es una especie de venganza a todos aquellos que nos miran por encima de la espalda. 
El resumen de la contraportada es bastante completo y explícito para que comprueben de qué van los dos cuentos, pero no me puedo resistir a transcribir un párrafo del segundo cuento.
Ya saben, Grahamm, narciso, gay y bancario (que no banquero) se va a casar por la iglesia con Betty feucha pero rica. Los padres de él comentan que tendrán que ir a hablar con el párroco para el tema de las amonestaciones. Este es el diálogo.



"—Además tendrán que ir dos veces como mínimo, por lo de las amonestaciones. Espero... —dijo el padre de Graham (y esta vez escogió sus palabras cuidadosamente)—, espero que conozcan las realidades de la vida.

—Graham tiene veintitrés años.

—Eso no disuadirá al canónigo Mollison.

El párroco era viejo. El gran amor de su vida era la máquina de vapor, y la versión de las realidades de la vida que había estado impartiendo durante muchos años hacía un fuerte hincapié en el pistón, el horno y la biela excéntrica, unos conocimientos útiles si uno quería viajar de Londres a Darlington, pero que no preparaban para los rigores del matrimonio moderno."

No pude reprimir una carcajada.

Y es que a Bennet le importa un pimiento lo políticamente correcto.

No se lo pierdan



El arquitecto de sueños

Teresa Roig
Editorial Roca

Contracubierta
Tras el edificio de la Pedrera, se esconden las apasionadas vidas de los personajes que hicieron posible su construcción. Por fin las paredes hablan y desvelan secretos hace mucho tiempo olvidados.
En 1860, Josep Guardiola vuelve de América convertido en un rico indiano. Ajeno a las habladurías y envidias de la burguesía catalana, se dedica a disfrutar de su soltería y de su fortuna. Hasta que un buen día, treinta años después, le presentan a una mujer encantadora, de sonrisa cálida y piel de porcelana, Roser Segimon, de la que se enamora perdidamente.
En 1874, un joven Antoni Gaudí, estudiante de arquitectura, conoce a la maestra y profesora de francés que se convertiría en el amor de su vida, Josefa Moreu.
Ambas historias transcurren paralelas a lo largo de los años, en una época en la que Barcelona bullía inmersa en una transformación radical. Una transformación que posibilitó obras maestras de la arquitectura como la Pedrera, y de la que formaron parte hombres con afán de superación y mujeres inconformistas, rebeldes y provocadoras que se adelantaron a su época. El arquitecto de sueños nos cuenta su asombrosa historia.
Comentario
Este verano en una escapada a mi añorada Barcelona tuve la extraordinaria suerte de poder visitar por dentro y con detalle uno de los pisos de este edificio emblemático de Antonio Gaudí. Me acompañaba una gran amiga que vivió en aquella casa durante su niñez y primera juventud. Quedé impresionadísimo por todo. La distribución, su luminosidad interior, sus molduras, puertas, herrajes, modernisimas soluciones a problemas como celosías y ventanas... una auténtica maravilla que no me extraña sea visitada anualmente por millones de personas.

Este libro va de la construcción de la Pledrera o Casa Milá que es cómo se denomina correctamente. Pero fundamentalmente es el relato de la vida de una serie de personajes que forman parte de la historia de la Barcelona de finales del siglo XIX y principos del XX.

El más impresionantes es, por supuesto, Antonio Gaudí. Un hombre que marcó una época y que fue admirado y denostado por sus iguales pero que fue genio y figura hasta su sepultura. Trabajador incansable, amargado (en el libro se dice que por un amor no correspondido), poco resistente a la fustración, colérico y un hombre de fe religiosa profunda. Un heterodoxo de la arquitectura (¿se imaginan que esta ondulante fachada de la foto es, en realidad, un lienzo "pegado" a la auténtica estructura del edificio?) que supo rodearse de los mejores artesanos catalanes del momento e insuflarles su visión única de la arquitectura como parte de la Naturaleza.

Y están los promotores de la casa, los Milá. Pere Milá y Roser Segismón. Personajes propios de una sociedad cambiante, saliendo de la época colonial, y de una burguesía que empezaba la única auténtica revolución industrial que hubo en la España de aquellos turbulentos años.

No sé hasta qué punto lo que se cuenta de la vida de estos personajes pertenece a lo que aconteció realmente o es invención literaria. La autora, Teresa Roig, lo deja en el aire. En una nota del autor al final dice que se consulte la extensa bibliografía que se cita o se le pregunte a ella directamente. Tengo ganas de hacerlo. O simplemente  lo que ocurre es que, a veces, la realidad es un melodrama.

Teresa Roig ha hecho un trabajo documentalista impresionante. El libro está lleno de detalles, anéctotas y pequeños acontecimientos desconocidos que hacen su lectura muy amena y agradable. Sabe conmover al lector lo cual es una gran virtud para mí.

No se lo pierdan y vayan a ver la Barcelona modernista en cuanto puedan. No se arrepentirán. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario