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miércoles, 26 de junio de 2013

Mis últimas lecturas (20)



Absolución

Luis Landero
Tusquets

Contraportada
Tras una vida errática e insatisfecha, Lino ha conseguido finalmente ser un hombre feliz. Es un jueves de mayo, y ante él se abre un futuro espléndido.
El domingo se casará con Clara, y hoy, como anticipo de ese día venturoso, se celebrará una comida familiar. Todo invita, pues, a la armonía y a la dicha. En la cuenta atrás de esa mañana, Lino recapitula su pasado, desde que constató en su adolescencia que vive en un mundo hostil, hasta que, unos meses atrás, entró a trabajar en un hotel y allí conoció a Clara, y al señor Levin, y se inició un periodo que lo llevaría hasta este milagroso día de primavera.
Pasea confiado por Madrid, aunque de vez en cuando lo asaltan presagios inquietantes. De pronto se ve envuelto en un altercado callejero, a partir del cual el feliz día de mayo se irá convirtiendo en una pesadilla que lo lanzará a la aventura del camino y a las desventuras de la culpa, y también a la búsqueda desesperada de una posible absolución que le otorgue un remanso de paz consigo mismo y con el mundo.


Mi comentario
Luis Landero es uno de los escritores españoles con más prestigio literario. Esta. su última obra, no defrauda a los que le seguimos desde hace tiempo. El puntal de esta novela es Lino. Un personaje que, como su nombre, es difícil de olvidar. 
Cuando leí en las primeras páginas que a Lino "le hablaban las cosas" (un puente, una farola, un adoquín) pensé "este libro me va a gustar". En efecto me gustó aunque debo confesar que, por su culpa, he dormido mal esta noche porque Landero tiene la virtud de conmover fibras muy sensibles del interior del lector que remueven recuerdos, pensamientos y despiertan angustias que nos gustaría ver aquietadas.
Lino tiene un problema: es lo que se llama "un culo inquieto". Está aquí y pronto querrá estar en otro lugar. Esta indomable inquietud es el origen de todos sus males y desdichas. Lo entendió siendo adolescente cuando un profesor citó a Pascal: "Todos los infortunios del hombre vienen de no saber estarse quieto en un lugar" y a lo largo de su vida trata de domeñar esta inquietud por medio de diversos rituales, costumbres y carraspeos. Cuando cree que, al fin, lo ha conseguido, cuando supone que ha alcanzado lo que él considera que es la felicidad, viene el azar, la contingencia y se encuentra como el personaje de la portada del libro: corriendo hacia ninguna parte y mirando tras su espalda.
Me han encantado algunos de los personajes que acompañan a Lino: su padre, afectado por el síndrome de la colza que hace sonreír al lector con sus parrafadas sobre cualquier tema; el señor Levin, un hombre al final de su camino pero que no se siente desgraciado porque ha conocido el verdadero amor; Gálvez y Olmedo, dos pirados que llegan a enternecerte con sus historias.
En definitiva: una novela formidable. 


El corazón helado

Almudena Grandes
Tusquets

Contraportada
El día de su muerte, Julio Carrión, poderoso hombre de negocios cuya fortuna se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una sustanciosa herencia pero también muchos puntos oscuros de su pasado y de su experiencia en la Guerra Civil y en la División Azul. En su entierro, en febrero de 2005, su hijo Álvaro, el único que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie había visto antes y que parece delatar aspectos desconocidos de la vida íntima de su padre. Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados en Francia, lo sabe en cambio casi todo sobre el pasado de sus progenitores y abuelos, a los que ha preguntado sobre su experiencia de la guerra y del exilio. Para ella sólo una historia permanece sin aclarar: la de una tarde en que acompañó a su abuelo, recién regresado a Madrid, y visitaron a unos desconocidos con los que intuyó que existía una deuda pendiente. Álvaro y Raquel están condenados a encontrarse porque sus respectivas historias familiares, que son también la historia de muchas familias en España, desde la Guerra Civil hasta la Transición, forman parte de sí mismos y explican además sus orígenes, su presente. También porque, sin saberlo, se sentirán atraídos sin remedio.


Mi comentario
Cuando he terminado de leer esta novela he sido consciente de varias cosas:
- Debiera haberla leído la primera de la trilogía sobre la Guerra Civil y, sin embargo la había leído la última. Me equivoqué. Leí primero "El lector de Julio Verne" y me gustó mucho. Luego leí "Inés y la alegría" y me gustó más y ahora he leído las más de 900 páginas de "Corazón helado" y no tengo el mismo sabor de boca que tenía cuando leí estas otras que le siguieron cronológicamente.
- Esta es una buena novela. Una novela redonda. Pero excesiva. Con un poco más de la mitad de sus páginas Almudens Grandes hubiera podido transmitir perfectamente lo que quería decirnos a sus lectores.
- En algún momento de la lectura pensé que también eran excesivos tantos personajes, pero más adelante comprendí que no era así. Para explicar una historia tan compleja y emocionalmente tan potente, eran necesarios todos y cada uno de los múltiples personajes, aunque tuviera que hacerme un esquema para no perderme entre tanto nombe compuesto de las dos familias que centran una historia que va de principios del siglo pasado hasta la actualidad, de los bisabuelos a los biznietos.
- Con el estilo a veces reiterativo de Almudena Grandes consigue algo bastante difícil en una "obra-rio" de esta magnitud: que los personajes sean completos, creíbles y visibles para el lector.
- Y por último. Era muy difícil que esta historia de buenos y malos, inocentes y perversos, de víctimas y verdugos, terminara cuadrando. Que todos los misterios y las preguntas que el lector se formula a lo largo de la lectura, fueran contestados. Y sí. Eso lo logra perfectamente Almudena Grandes. La historia al final queda cuajada.

El gran atractivo de esta historia es que, siendo una invención, una fantasía, hubiera podido ser verdad sino totalmente, en una gran parte.
Es cierto que en algunos momentos se hace pesada y que se siente la tentación de dejarla a un lado, pero es una historia tan bien organizada y tan atractiva, que uno termina venciendo la tentación.

Recomiendo que se armen de valor y se entreguen a su lectura.

La Nieta del Señor Linh

Philippe Claudel
Salamandra


Contraportada
Una fría mañana de noviembre, tras un penoso viaje en barco, el señor Linh desembarca en un país que podría ser Francia, donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que le ha robado todo menos a su nieta, un bebé llamado Sang Diu. Instalado en un piso de acogida, el señor Linh sólo se preocupa por ella, su única razón de existir hasta que conoce al señor Bark, un hombre robusto y afable. Un afecto espontáneo surge entre estos dos solitarios que, capaces de comprenderse en silencio, se encuentran regularmente en un banco del parque. Pero, una mañana, los servicios sociales conducen al señor Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonar. El coraje y la determinación del anciano conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor. 

Mi comentario
Este libro es una maravillosa rareza. Pilippe Claudel, que había obtenido un gran éxito en Francia con "Almas grises", demuestra aquí que, en muy pocas páginas, pero con una eleción milimétrica de cada palabra, es capaz de conmover al lector con una fábula sobre el amor sin condiciones, la amistad, la emigración y la búsqueda de la propia identidad. No sobra una línea, ni una palabra. Todo encaja a la perfección. Sin literatura de relleno. Algo muy raro, repito.
Uno de estos libros extraños que cuando se termina, tienes ganas de volverlo a releer para saborear cada momento, como estas películas que, cuando sales del cine, te sientes a gusto contigo mismo.
Muy recomendable

Violetas de Marzo

Philip Kerr
RBA

Contraportada


La primera vez que conocemos al ex policía Bernie Gunther la acción se sitúa en 1936, en Violetas de Marzo (un eufemismo que usaron los primeros nazis para describir los últimos conversos), cuando los Juegos Olímpicos están a punto de empezar.
Algunos de los amigos judíos de Bernie se van dando cuenta de que tendrían que haber huido cuando aún podían hacerlo, y Gunther recibe el encargo de investigar dos muertes que afectan a los máximos cargos del partido nazi. El antiguo policía Bernie Gunther creía que ya lo había visto todo en las calles de Berlín de los años treinta. Pero cuando dejó el cuerpo para convertirse en detective privado, cada nuevo caso lo iba hundiendo un poco más en los horribles excesos de la subcultura nazi. Después de la guerra, en medio del esplendor imperial y decadente de Viena, Bernie incluso llega a poner al descubierto un legado que, en comparación, convierte las atrocidades cometidas en época de guerra en un juego de niños...

Mi comentario
Lo cierto es que no conocía a Philip Kerr. Me lo descubrió un gran amigo israelí que posee una vasta cultura como la mayoría de los políglotas. Me señaló su aparente contradicción: Philip Kerr que escribe muchas novelas muy bien documentadas sobre el Berlín nazi, en realidad nació en Edimburgo en 1956. Un escocés en la corte de Hitler.
He leído bastantes novelas negras pero alguna en la que el protagonista sea un detective privado antinazi, protector de judíos en la Alemania Nacionalsocialista de la ante guerra, eso no lo había visto nunca.
Así que me propuse averiguar más de este autor. La novela que presento en este blog está escrita en 1989 y es la primera de una serie titulada "Berlín Noir". Pero Kerr tiene muchas más. Concretamente dieciocho. De hecho la editorial dice que es uno de los autores de novela negra más importantes de la época contemporánea. En 2009 obtuvo el Premio Internacional de Novela Negra RBA, el de mayor dotación de su especialidad. (125.000 €).
Y yo sin enterarme.
El protagonista, Bernie Gunther está cuidadosamente definido así como las situaciones de una Alemania en vísperas de los Juegos Olímpicos. Este es, para mí, el mayor acierto de Philip Kerr: el protagonista y el agobiante ambiente que le rodea. 
Independientemente de la trama en sí (típica de la novela negra con vampiresas, policías corruptos, finales inesperados e intrincadas relaciones entre los personajes) el lector queda estremecido por el contexto de una sociedad asfixiada, enloquecida, con el miedo filtrándose por todos los poros.
Otra cosa que me ha sorprendido es el conocimiento que tiene Kerr de cómo era el Berlín de las Olimpiadas. La descripción detalladísima de las calles, de los edificios (la inmensa mayoría de ellos, desaparecidos), de las líneas del tranvía. Es como si el propio autor hubiera vivido toda una vida en aquella ciudad, pero eso es imposible.
Una nota final. Esta novela, la primera de la serie, termina con un importante cabo suelto. Obviamente no diré cual es para no destrozar la lectura. Me pregunto si este cabo se resolverá en la siguiente entrega o no. ¿Un truco para movernos a seguir la serie?. Por qué no.

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