Enviada especial
Jean Echenoz
Por las páginas de esta novela asoman, entre otras muchas cosas, un secuestro, un general conspirador y su secuaz, una moderna Mata Hari, una vieja gloria del pop a la que acecha un pasado oscuro, un atracador vengativo, un hombre misterioso con una mancha en la cara en forma de mapa de Nueva Guinea, un asesinato, un dedo amputado y un complot contra Corea del Norte.
Un breve comentario
Supongo que les habrá pasado alguna vez: estar tranquilamente sentado en la butaca de leer con un libro en las manos y riendo sin parar como un enajenado.
Menos mal que estaba completamente solo.
Aviso, pues, a navegantes. Esta es una novela surrealista que narra hechos completamente imposibles de que ocurran en la (a veces demasiado) aburrida realidad. Algo así como la película de José Luis Cuerda "Amanece que no es poco" en la que los hombres crecen en la tierra como las lechugas y los aldeanos presumen de conocer a fondo a Dostoievsky. Un trabajo inolvidable.
Jean Echenov tuvo un importante éxito con su novela 1914 sobre la Gran Guerra. Un trabajo muy minucioso y documentado. Luego ha escrito biografías sobre hombres del siglo XX (Ravel, Emil Zátopek, etc.) Y de pronto nos sale con esta parodia de espías.
Su estilo es bastante original. Nos narra la historia una tercera persona omnisciente. Y cuando digo "narra" quiero decir que nos la cuenta directamente a sus lectores con guiños, gestos supuestos y abundancia de detalles geográficos la mayoría innecesarios. Como algunos de los personajes que no se sabe qué pintan en este escenario. El narrador hace bromas con nosotros constantemente ("Aunque yo sea omnisciente, no lo soy del todo" como si hubiera sucesos que se escapan a su pluma. O "Como ustedes habrán supuesto... Fulano es en realidad Zutano", jugando con la confusión de los nombres de sus personajes.
La mayoría de lo que acontece en la novela no tiene mucho sentido. ¡Peo qué más da!. Disfrútenla como he hecho yo.
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