Lo último leído

martes, 5 de junio de 2018

Encuentro en la Rue Laugier. Anita Brookner

Encuentro en la Rue Laugier. 

Anita Brookner

Tras la muerte de su madre, Maud Gonthier, Maffy encuentra un cuaderno entre los objetos personales de la fallecida. En él hay escritas una receta de cocina, una corta lista de libros, la frase con que Proust inicia «En busca del tiempo perdido»: «Durante mucho tiempo me he acostado temprano» y una anotación intrigante: «Dames Blanches. La Gaillarderie. Place des Ternes. Sang. Edward». A partir de esa nota críptica, la narradora reconstruye la vida de su madre, en especial los hechos ocurridos en la rue Laugier y que determinaron su trágico destino.
Saltamos a 1971. Maud Gonthier esperaba que las vacaciones de aquel año no fueran diferentes de las anteriores. Pero la presencia de un joven inglés trastorna todos sus planes. Rendida ante el encanto de Tyler, Maud escapa a París donde la pareja comparte su vida con Edward Harrison, un joven desconcertado ante su destino y la llegada a la adultez.
Tras la calculada desaparición de Tyler, Maud acepta casarse con Edward. Sin embargo, sobre el matrimonio planeará siempre el recuerdo de Tyler.

No hay mucho más que explicar del argumento de la novela. En realidad la trama no tiene mucha importancia porque a Anita Brookner lo que le interesa es describir con minuciosidad (a veces algo agobiante) la psicología de Maud, la protagonista, de su madre Nadine, de la hermana de ésta Germaine. ¿Por qué las tres actuaron en contra de corazón y a favor de las estrictas reglas burguesas de su mundo?. Este es el intríngulis de la novela. Los hombres: Tyler, Edward o el padre de Nadine son secundarios (también infelices y sujetos a su propio destino) en un relato con caracteres claramente autobiográficos.

Anita Brookner ganó el Booker Price con su primera novela "Hotel du Lac" en 1984 y, a partir de ahí fue construyéndose una merecida fama literaria. Sus protagonistas son casi exclusivamente femeninos siempre en tensión entre dos escenarios: el de sus sueños y deseos románticos insatisfechos y el de la rutinaria y gris realidad. 
Es una autora que ella misma se califica como "la persona más solitaria del mundo" y el tema de la soledad (impuesta en el caso de Nadine, la madre, que queda viuda muy joven, o voluntaria como en el caso de la protagonista) es una de las claves de la novela. Hay una frase curiosa que le dice Nadine a su hermana Germaine:
"Deseo que se case. (Se refiere a Maud) Si la viera casada, yo podría hacer mi propia vida. Mi vida, tal como es, sería más fácil. Yo la quiero, y ella me quiere, pero no nos hacemos bien; nos producimos soledad mutuamente. Yo no quiero que se quede conmigo. No soy una buena influencia para ella."

Los personajes se producen "mutuamente" soledad.
Esta soledad, en todos los personajes femeninos, es el castigo por haber actuado, una vez en sus vidas, por sus impulsos ignorando la moral de la sociedad burguesa y el "decoro". Por tener un comportamiento "inadecuado" aunque sólo fuera por un instante.

Pero esta transgresión contiene el placer del recuerdo, rememorándola una y otra vez.

En un momento determinado, Maud le pregunta a su madre por qué no le impidió que se fuera con Tyler. Su respuesta es impresionante:
"Te dejé ir porque… porque no puedo brindarte mucho, no tanto como lo que tienen en general las chicas de tu edad, y porque eres una buena chica, y porque te casarás y te asentarás, y después viviremos todos felices. Por lo menos es lo que deseo. Quise que tuvieras lo que yo no tuve nunca. Oh, fui bastante feliz como esposa, pero sabía que me había perdido algo, cariño —sí, ya lo sé: siempre has sido dócil, has sido una buena hija—. Pero Maud, cuando llegues a tener mi edad te darás cuenta de que ser una buena hija no es suficiente, o no debería serlo. Una mujer debe tener la oportunidad de portarse mal de vez en cuando."

Si quiere leer todo un tratado de psicología femenina, por favor, lea a esta autora


No hay comentarios:

Publicar un comentario