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domingo, 16 de febrero de 2014

Legado en los huesos. Dolores Redondo (42)

Valle del Baztán (Navarra)

Legado en los huesos

Dolores Redondo
Editorial Destino

Contraportada
El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está a punto de comenzar. A él asiste una embarazada Amaia Salazar, la inspectora de la Policía Foral que un año atrás había resuelto los crímenes del llamado basajaun, que sembraron de terror el valle del Baztán. Amaia también había reunido las pruebas inculpatorias contra Jasón Medina, que imitando el modus operandi del basajaun había asesinado, violado y mutilado a Johana, la adolescente hija de su mujer. De pronto, el juez anuncia que el juicio debe cancelarse: el acusado acaba de suicidarse en los baños del juzgado. Ante la expectación y el enfado que la noticia provoca entre los asistentes, Amaia es reclamada por la policía: el acusado ha dejado una nota suicida dirigida a la inspectora, una nota que contiene un escueto e inquietante mensaje: «Tarttalo». Esa sola palabra que remite al personaje fabuloso del imaginario popular vasco destapará una trama terrorífica que envuelve a la inspectora hasta un trepidante final.

Veamos un video de la autora.

 



Mi comentario
Dolores Redondo era una perfecta desconocida hace un año. Arropada por una poderosa campaña promocional en todos los medios, se lanzó la primera de las novelas de su trilogía sobre el valle del Baztán: "El Guardián invisible" que tuvo bastante aceptación. Pocos meses después, en el otoño del año pasado, aparece la continuación "Legado en los huesos" también con un buen lanzamiento editorial.

Dolores Redondo ha descubierto lo que en "marketing" se llama un "nicho de mercado": un híbrido de novela negra, de terror y fantasía del que hasta ahora se habían visto pocos por estos lares. Este contail hubiera podido salirle espantosamente mal, pero como la autora tiene en su mano todos los trucos de los tres géneros y los sabe orquestar bien, sale un producto bastante decente que se puede leer con interés. Entre otras cosas porque demuestra un profundo conocimiento de la antropología de la zona, de sus leyendas y sus silencios y sus maldiciones

Los seres metafísicos que pueblan Baztán no son muy distintos a los primitivos dioses griegos ya que ellos también salen de la naturaleza y la protegen.
Hay un párrafo interesante. Amaia, la protagonista habla con Engrasi, su tía con poderes. Este es el diálogo:

"Engrasi se cubrió la boca, cruzando ambas manos sobre sus labios mientras con creciente alarma miraba a su sobrina.
—No, no, no, calla, Amaia. No hay que creer...
Amaia se detuvo y terminó la fórmula antigua que miles de baztaneses habían recitado durante cientos de años.
—... que existen, no se debe decir que no existen."

Hay que tener en cuenta este carácter mágico de la novela para poder aceptarla.

Como en toda fantasía màgica el lector tiene que comulgar consciente y voluntariamente con algunas ruedas de molino. Si uno lee una novela de ciencia ficción tiene que aceptar que una nave interestelar puede viajar por el hiperespacio a una velocidad superior a la de la luz, aunque la física mantenga lo contrario. De la misma forma, en nuestro caso, tiene que aceptar que en este maravillos valle del Baztán y concretamente en sus bosques, habitan todo un Parnaso de semidioses, unos buenos y otros rematadamente malos, que parecen decidir el destino de los habitantes de aquellos lares.
Aceptado ésto, el poder adivinartorio del Tarot, los sueños proféticos y que la protagonista es una especie de "super inspectora de la Policía Foral Navarra" capaz de amamantar a su hijo recién nacido y, simultáneamente, habérselas con los más oscuros planes de mentes diabólicas... la novela es de lo más entretenido.
Con final abierto, por supuesto. Tiene que llegar la tercera entrega, no lo olvidemos.

Pero los seres que describe Dolores Redondo parecen sacados de un cuento celta y debo reconocer que están tan bien diseñados que ponen los pelos de punta en muchas partes de la novela.

Otro punto a favor de Dolores Redondo es su habilidad para describir los paisajes de aquel rincón de Euskalerria. Son de una plástica fabulosa y dan ganas de tomar el coche y recorrer el valle en un final de semana. No me extrañaría que pronto se organizaran viajes para visitar los lugares en donde transcurre la acción de la trilogía.

Creo que vale la pena seguir la saga y esperar la última entrega.




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