A finales de los años
noventa, la policía encuentra, en una casa de veraneo en el norte de Dinamarca,
a dos hermanos adolescentes brutalmente asesinados. Han sido golpeados,
torturados y violados sin compasión. La investigación policial apunta a que los
culpables pueden hallarse entre un grupo de jóvenes de buena familia, hijos de
padres exitosos, ricos, cultos. Sin embargo, el caso se cierra muy pronto por
falta de pruebas concluyentes hasta que, pocos años más tarde, uno de los
sospechosos se entrega sin razón aparente y confiesa el crimen. Supuestamente,
el misterio se ha resuelto. Pero entonces ¿por qué los archivos del caso
aparecen veinte años después en el despacho del inspector Carl Mørck, jefe del
Departamento Q? Al principio Mørck piensa que el caso está ahí por error, pero
pronto se da cuenta de que en la investigación original se cometieron muchas
irregularidades…
Mi comentario
La semana pasada comentábamos
la primera novela de la serie "Departamento Q" titulada "La
mujer que arañaba las paredes". En esta segunda entrega van madurando los
personajes especialmente el de Hafed el Assad, y aparece un personaje femenino
nuevo, Rose, que supongo que dará mucho juego en futuras entregas. También
evoluciona (sólo un poco) la previsible relación amorosa entre el subcomisario
Carl Mørck y la psiquiatra de la policía danesa Mona Ibsen.
Como la anterior es de acción
trepitante, pero sin saltos en el vacío. Desde el primer momento se saben
quienes son los "malos" (y son realmente, "muy malos") y
Carl Mørck tienen que llevarlos a juicio a pesar de que se trata de un
expediente de hace 20 años, ya cerrado porque hay un culpable en la cárcel. Y
también a pesar de todas las trabas que se le ponen por la propia institución
policial, presionada por la relevancia de los culpables.
Una novela sin grandes
sorpresas que se lee con interés creciente.
La invención del amor
José OvejeroAlfaguara
Contraportada
La invención del amor
transcurre en Madrid y relata la historia de Samuel, soltero de 40 años, que es
socio de una empresa de materiales de construcción, que se enamora de una mujer
que ha muerto. A partir de ahí empieza a reinventar su vida. Esa búsqueda del
amor lo lleva a salir de sí mismo y a asomarse al mundo real de la España
actual. Según la editorial, "es una novela con solteros y crisis que crece
y se ramifica, a partir de la curiosidad por lo inmediato, llegando a tocar el
misterio. El narrador protagonista nos hace cómplices hablándonos directamente
sobre la soledad, el amor y la capacidad para reinventarse y
autoengañarse". Un relato generacional tanto en lo sentimental como social
José Ovejero nació en Madrid en 1958. Desde que ganara el Premio
Ciudad de Irún 1993 con su poemario Biografía del explorador, ha cultivado
todos los géneros, siendo especialmente reseñable su libro de viajes China para
hipocondríacos, merecedor del Premio Grandes Viajeros 1998, y su novela Las
vidas ajenas, ganadora del Premio Primavera 2005. Desde su primer galardón
hasta el último, el autor ha continuado cultivando el género narrativo con
novelas como Añoranza del héroe, Huir de Palermo, Un mal año para Miki, Nunca
pasa nada (Alfaguara, 2007) y La comedia salvaje (Alfaguara, 2009) —que obtuvo
el Premio Ramón Gómez de la Serna 2010—, con libros de relatos como Cuentos
para salvarnos a todos, Qué raros son los hombres y Mujeres que viajan solas, y
con ensayos como Escritores delincuentes (Alfaguara, 2011) y La ética de la
crueldad (Premio Anagrama de Ensayo 2012).
Mi comentario
Es Premio Novela Alfaguara
2013 y, en mi opinión se lo merece.
Esta es la historia de una
impostura. Está un poco forzada, pero debe darse cierto margen de licencia
poética al autor.
Samuel, un hombre, soltero, algo (o bastante)
insustancial, alérgico al compromiso y a la confrontación, recibe de madrugada
una llamada al teléfono fijo (el que la llamada sea al fijo y no al móvil es
importante para la trama) en la que una voz desconocida y compungida le avisa
de que "Clara a muerto" y que lo siente mucho.
Samuel no conoce a
ninguna Clara, pero a pesar de todo, toma nota del accidente y del tanatorio en
donde van a celebrarse las exequias y adopta la personalidad de amante de la
finada. ¿Por qué lo hace?. ¿Qué gana con ello?. No se sabe, sólo se sospecha
que el riesgo y la aventura del cambio de piel tienen algo que ver con su
decisión. En realidad, Samuel no ha amado de verdad a ninguna mujer de las
muchas con las que ha mantenido una relación. ¿Por qué no podía amar a esa
desconocida?. ¿Qué esa desconocida fuera la mujer de su vida?. En otras
palabras: le resulta imposible resistir la tentación de conocer quién era Clara.
A partir de este punto se
desarrolla una historia que, podría ser banal e incluso chocante. Pero está muy
bien escrita y entretejida. Eso la hace atractiva al lector. Es cierto que hay
algunos paréntesis superfluos que hubieran podido saltarse sin que la historia
sufriera lo más mínimo (la relación de Samuel con su madre y con su hermana,
por ejemplo) y que el final probablemente nos hubiera gustado que fuera más
redondo, pero todo ello no tiene importancia ante el conjunto de la obra que,
como digo, se lee con interés y placer.
Muy recomendable.
Blanco Nocturno
Ricardo Piglia
Anagrama
Contraportada
Tony Durán, nacido en Puerto
Rico, educado como un norteamericano en Nueva Jersey, fue asesinado a comienzos
de los años setenta en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Había llegado
siguiendo a las bellas hermanas Belladona, las gemelas Ada y Sofía. Las conoció
en Atlantic City, y urdieron un feliz trío hasta que una de ellas, Sofía,
desertó del juego. Y Tony Durán continuó con Ada, y la siguió a la Argentina,
donde encontró su muerte. A partir del crimen, esta novela policíaca muta y se
transforma en un relato que se anuda en arqueologías familiares, que combina la
veloz novela de género y la espléndida construcción literaria. El centro
luminoso del libro es Luca Belladona, constructor de una fábrica fantasmal que
persigue con obstinación un proyecto demencial. La aparición de Emilio Renzi,
el tradicional personaje de Piglia, le da a la historia una conclusión irónica
y conmovedora. Ricardo Piglia se confirma, incontestablemente, como uno de los
escritores mayores en lengua española de nuestro tiempo.
Mi comentario
Ricardo Piglia nació en
Adrogué, un pueblo de la pampa bonaerense hace 72 años. Editor de novela negra
americana, gran lector, profesor universitario y sobre todo, un buen
periodista. Ha sido galardona con numerosos premios literarios y en 2012, esta
novela, "Blanco Nocturno" obtuvo el Premio Casa de las Américas
de Narrativa.
Esta no es una novela fácil
porque Piglia quiere transmitir al lector la enorme complegidad de los hombres
y mujeres que viven en la pampa. No lo dice expresamente, pero creo que centra
la acción de la novela en Adrogué, en donde nació. He mirado el mapa y está a
unos 340 Kms. al sur de Buenos Aires, cerca de la desembocadura del Rio de la
Plata. Según el plano actual de la ciudad parece trazada sobre una cuadrícula
perfecta, pero de la novela no se deduce esta especie de enrejado, sino una
ciudad mucho más rural y rústica. Piglia le llama "pueblo
paralítico".
En toda la novela se aprecia
el buen oficio del periodista porque muchas de las noticias que aparecen en la
novela están sustentadas por hechos reales que aparecen com notas a pie de
página.
No hay un protagonista claro.
Van apareciendo protagonistas a medida que avanza la novela. Primero son las
hermanas gemelas Belladona, luego el misterioso portoriqueño Tony Durán. Cuando
éste es asesinado, toma el protagonismo el Comisario Croce que lucha con el
corrupto fiscal Cueto para hallar la verdad de lo que ha sucedido. Cuando el
eficaz Comisario pierde la partida ante el fiscal, aparece el periodista Emilio
Renzi que es el "alter ego" del propio Piglia. Finalmente toma el
testigo el verdadero protagonista de la obra Luca Belladona, el soñador,
obstinado, obsesionado con su proyecto industrial que termina fallándose a sí
mismo y a sus convicciones más profundas.
El trasfondo de la obra es la
violenta dialéctica entre el mundo basado en la tierra y en su propiedad con el
mundo del futuro basado en la invención, la ingenieria y la industria. El
primero está personalizado en el padre Belladona, Cayetano y el segundo en su
hijo Luca. Lo que ocurre en la novela más que previsible era inevitable, casi
como una tragedia griega orquestada por un destino cruel.
Hay reflexiones del Comisario
Croce y del ingeniero Luca que me han parecido muy interesantes.
Dice Croce: "No hay que
tratar de explicar lo que pasó, sólo hay que hacerlo comprensible". En la
conversación entre Croce y el perodista Renzi le expone su forma de pensar:
"Les enseñaré a
distinguir. ¿Ve? —dijo—. Éste es un pato, pero si lo mira así, es un conejo.
—Dibujó la silueta del pato-conejo—. Qué quiere decir ver algo tal
cual es: no es fácil. —Miró el dibujo que había hecho en el mantel—. Un conejo
y un pato.
Todo es según lo que
sabemos antes de ver. —Renzi no entendía hacia dónde apuntaba el
comisario—. Vemos las cosassegún como las interpretamos. Lo llamamos
previsión: saber de antemano, estar prevenidos. Usted en el campo sigue el
rastro de un ternero, ve las huellas en la tierra seca, sabe que el animal está
cansado porque las marcas son livianas y se orienta porque los pájaros bajan a
picotear en el rastro. No puede buscar huellas al voleo, el rastreador debe
primero saber lo que persigue: hombre, perro, puma. Y después ver. Lo mismo yo.
Hay que tener una base y luego hay que inferir y deducir. Entonces —concluyó—
uno ve lo que sabe y no puede ver si no sabe... Descubrir es ver de otro modo
lo que nadie ha percibido. Ése es el asunto. —Es raro, pensó Renzi, pero tiene
razón—. En cambio si pienso que no es el criminal, entonces sus actos, su modo
de actuar no tienen sentido... —Se quedó pensativo—. Comprender —dijo cuando
salió de ahí— no es descubrir hechos, ni extraer inferencias lógicas, ni menos
todavía construir teorías, es sólo adoptar el punto de vista adecuado para
percibir la realidad. Un enfermo no ve el mismo mundo que un tipo sano, un
triste —dijo Croce, y se perdió otra vez en sus pensamientos pero volvió
enseguida— no ve el mismo mundo que un tipo feliz. Igual un policía no ve la
misma realidad que un periodista, con perdón"
Piglia dosifica con cuidado
los personajes y los acontecimientos. Por ejemplo no describe un personaje en
el momento de presentarlo, sino que, a medida que transcurre la acción le va
confiriendo una imagen más definida. Igual sucede con los acontecimientos.
Desde el principio de la novela sabemos que Tony Durán va a ser asesinado, pero
hasta el final no sabemos por quién y por qué. Pero es que además, el asesinato
es sólo un señuelo y el pobre portoriqueño una víctima que no hubiera tenido
que morir. Piglia esconde sus cartas con astucia y sólo las va sacando poco a
poco manteniendo el interés del lector que acaba descubriendo que el universo
descrito por Piglia es mucho más complejo y tortuoso que un mero asesinato de
un mulato en un pueblo perdido de la pampa.
Es un buen libro.
Calle Berlín 109
Susana VallejoPlaza y Janés
Contraportada
En Berlín 109 parece estar la
solución al enigma que sobrevuela el asesinato del compañero de Gerard, un
mosso d'esquadra retirado que decide acercarse, con más dudas que certezas, a
este ordinario bloque de vecinos en pleno Eixample barcelonés.
Susana Vallejo nace en Madrid
en Mayo de 1968. Una fecha histórica. Vivió en la capital en los barrios de
Aguilas y Carabanchel. Estudia en un colegio de monjas y hace la carrera de
Publicidad y Relaciones públicas en la Complutense. Al terminar trabaja en
distintas empresas. Entre ellas Fnac de Callao en la que estuvo en la apertura.
Primero se dedicó
fundamentalmente a los libros infantiles y juveniles. Tuvo un cierto éxito con
una trilogía titulada "Porta Coeli" y con la novela de Ciencia Ficción
"Switch in the Red". Se le concedió el premio Endebé por la novela
"El espíritu del último verano"
MI comentario
Tengo varias formas de
clasificarme los libros en general y las novelas en particular. Una de ellas es
la siguiente: leo un par de capítulos y dejo el libro.
Cuando
lo retomo mido mentalmente las ganas que tengo de seguir leyéndolo. ¿Muchas,
pocas, pereza con tentaciones de abandonar la lectura?. En este caso me
recomendó esta novela una amiga de toda la vida. Me dijo: "Con este calor,
lo mejor es una cosa ligerita". Acertó. Cuando dejaba esta novela, sentía
ganas de seguir leyéndola.
Cuando la había terminado leí
la biografía de la autora comprendí algunas cosas porque la forma en que está
escrito es tan sencilla y clara que bien pudiera ser un libro juvenil. Claro
que en este edifico de la Calle Berlín de Barcelona hay más muertos y
asesinatos por metro cuadrado que en cualquier otro lugar de la Ciudad Condal y
ésto no iría a favor de catalogarla como lectura juvenil, pero sí la forma
literaria y la trama extraordinariamente sencilla y simple.
Conozco muy bien la calle
aunque no el edificio. Trabajé bastantes años en la avenida de Infanta Carlota
(ahora avenida Josep Tarradellas) que cruza la calle Berlín. Es una barrio
bastante mixto. Dependiendo de su altura en relación a las grandes vías lo
habitan clases medias, o clases medias-bajas. Creo que es a este último grupo a
los que se adscribiría los vecinos de Berlín 109.
Es una novela coral. Por una
parte está el mosso d'Esquadra Gerarld Tauste que está en una situación
administrativa ambigüa por una herida en la pierna. Su interés es conocer quién
y por qué mataron brutalmente a su compañero Pep. Lo único que sabe es que en
este bloque está la respuesta. Nada más.
Luego están los nueve
habitantes del bloque. Todos tienen su historia y cosas que esconder. La
interacción de todos los elementos es la trama de la novela.
El final me ha parecido
demasiado acomodaticio. Demasiado "happy end" que deja muchos cabos
sueltos.
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