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jueves, 4 de junio de 2015

Los hermanos Burguess. Elizabeth Strout (125)






Los hermanos Burguess

Elizabeth Strout
El Aleph

Aunque se trata de un libro de hace dos años, me permito recomendarlo para esta Feria del libro porque es una novela extraordinaria.

Elizabeth Strout ganó el Premio Pulitzer de novela en 2009 con su maravillosa “Olive Kitteridge” que posteriormente se convirtió en serie televisiva interpretada por la fantástica Frances McDormand.

He leído la versión catalana de la editorial 1984 con una traducción impecable de Marta Pera Cucurell que me ha obligado a echar mano del diccionario en numerosas ocasiones, cosa que he hecho con placer.

Elizabeth Strout sabe como nadie crear personajes complejos, contradictorios, angustiosos y muy humanos. Se centra siempre en los problemas de la familia. En concreto en la familia americana moderna. Y estos personajes no permanecen estáticos, de una pieza, como muñecos, sino que evolucionan a lo largo de la narración.

En este caso los hermanos Burgess son Jim, Bob y Susan. Estos últimos son gemelos y Jim, les lleva cuatro años. El otro protagonista de la novela es Shirley Falls, un pequeño pueblo imaginario del Estado de Maine, que al ir desindustrializándose ha ido perdiendo población joven y ganando inmigrantes (en este caso somalíes) que huyen de las masacres y hambrunas de su país, buscando un refugio más seguro.

Al inicio de la novela, Jim y Bob ya han marchado de Shirley Falls y se han instalado en Nueva York, mientras Susan y su hijo Zach se ha quedado. Jim es el prototipo de abogado ganador. Se ha casado con Hellen una mujer rica y sumisa que le ha dado dos hijos que ya estudian en la universidad fuera de casa. Bob es la otra cara de la moneda. Separado, alcohólico, inseguro, triste que se deja humillar continuamente por su hermano triunfador sin mostrar ninguna resistencia. Susan tampoco es la alegría de la huerta. Divorciada de un descendiente de suecos (que ha terminado por regresar a su país de origen) no ha sabido encontrar su lugar en el mundo tras quedar sola con su hijo al que ha tenido que educar sin ayuda de nadie. Contrariamente a lo que se suele decir de los gemelos, Bob y Susan no se soportan y Jim mira con arrogancia y desprecio, no sólo a sus hermanos, sino a todo aquel que se atreva a no rendirle homenaje constante.

El gran secreto de estos personajes es la muerte accidental del padre. Los tres hermanos de 8 y 4 años estaban sentados en el coche situado en pendiente mientras el padre estaba abriendo una verja, cuando Bob jugando con el cambio de marchas, liberó el coche que bajó rodando la cuesta atropellando y matando al padre. Una desgracia que los marcó a todos por vida.

Toda la tensión de estos seres estalla cuando Zach, el hijo de Susan, lanza una cabeza de cerdo congelada dentro de la mezquita de los inmigrantes somalíes. Una provocación que adquiere carácter político y acentúa a su vez las tensiones de un pueblo que se debate entre lo políticamente correcto y la repulsa interior a convivir con gentes de otra cultura, religión y color.

El tristre, solitario y casi autista Zach se enfrenta a una pena de cárcel por lo que ha hecho.

Este es el planteamiento de la novela, pero su desarrollo y complejidad es el gran atractivo de la misma.

No comprendo cómo Woody Allen no ha comprado los derechos. Le saldría una película de las suyas. De las que nos gustaban antes.
Por favor, si pueden, léanla-





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